Salvador Muñoz
Los Políticos
El lector ha de recordar que hace ya más de una semana, una senadora de Morena, y pa’cabarla de chingar, de Veracruz, se vio envuelta en un escándalo cuando una empleada de la Cámara Alta fue grabada siendo empujada por esta paisana.
La historia ya se la sabe… lo que no sabe fue mi extrañeza cuando vi las fotografías de la Senadora Claudia Esther Balderas Espinoza… ¡no la identificaba! Digo, si bien muchos diputados federales de Morena han pasado desapercibidos entre por la cantidad de curules y por su propia grisura, no puede ser que una Senadora, aunque sea por Lista Nacional, pasara de largo en mi conocimiento visual, porque si bien, no la identificaba, su nombre me sonaba tan fuerte como si fuera el mismo Mike Tyson…
Si bien los anales de la Internet me dieron pistas de ella cuando su novio/asesor fue detenido en posesión de drogas (unos sobres de cocaína) cuando iba con ella, fue un Antes y un Después los que dieron cuenta de que mi memoria estaba bien, pero no así mi actualización visual: ¡había adelgazado! ¡Super adelgazado! No, ¡realmente se había transformado!
Es más, por esa condición, bien debería dejar de ser Senadora para pasar a ser “Desayunadora”… bueno, ésa era mi idea prima pensando en la gran fuerza de voluntad de esa joven de 31 años para reducir la talla en esas proporciones pero la Mujer, de un solo golpe de realidad, me bajó de mi nube idealista…
Para llegar a esa Cuarta Transformación, se requiere pasar por una liposucción, un engrapado de estómago, una Dermolipectomía Braquial y por último, una “cachetomía”… yo le digo así pero realmente se llama bichectomía…
Por supuesto que esta 4T ni es exclusiva de las Morenas ni tampoco de mujeres… tampoco es de los políticos ni de las políticas… préstele atención a sus estrellas favoritas del espectáculo o hasta del futbol (remember Héctor Herrera) o quizás hasta a su vecina o jefe y verá que en muchos, los años no pasan, pero sí el botox, el restylane, una rinoplastia o mentoplastia…
Por la 4T he visto a Jorge Carvallo, Rodrigo García, Héctor Yunes y alguna que otra dama del PRI y del PAN que de un receso legislativo a otro, ¡zaz! ¡dieron el cambiazo! Ya no cito a las morenas como a la misma Senadora, o a la simpática Jessica Ramírez, porque la 4T estética, no tiene colores ni siglas… nada más hay que tener dinero y un buen cirujano.
Si bien dicen que no hay mujer fea u hombre feo, lo que no hay es dinero…
Conste, no riño con las personas que buscan un cambio en su apariencia, sea por salud, aunque sea mental, porque aunque no lo crea, una nariz respingadita, una cinturita de avispa, unas arruguitas menos, adiós a los cachetes, ¡y le cambia la vida a la persona! De cierto modo es una forma de adquirir confianza, seguridad… eso no es malo…
Al menos, un Senador o un Diputado ganan lo suficiente para invertirle cada seis meses a su “eternamente bella bella”, porque esto no es sólo cuestión de verse bien, sentirse bien, sino también de debatir con el tiempo, eliminando la papada, las arrugas, y las canas… y tan bonito que es ¡las canas arriba y las ganas abajo!
En conclusión… cada quien puede hacer con su cuerpo y su dinero lo que mejor le plazca… pero que agradezca la senadora Claudia Esther Balderas Espinoza que está donde está en función de la proporción de votos y que su escaño no lo logró per se, por las urnas, porque de ser así, los veracruzanos estarían en su derecho a reclamar que por la mujer que está en la Cámara Alta, no votaron…