Jairo Calixto Albarrán
Santiago Creel es un sobreviviente. Sobre todo a pesar de tener una carrera gris tanto en el servicio público (es el secretario de Gobernación más aburrido y sin gracia de la historia) como en el KuKluxPAN. Con una carrera muerta, después de un rito satánico lo revivieron como a Labastida, Zedillo, el ingeniero Cárdenas, Porfifirio Muñoz Ledo, para reforzar el Team MumRa del subjefe Diego. Ahora, a pesar de sí mismo, Creel ha llegado a la presidencia de la Cámara de Diputados, ¿y qué fue lo primero que hizo mi Santi al llegar al hueso, después de reconocer casi casi a nivel de Niño héroe su condición ultrapanista —no hacía falta hacer tanto oso— y de exaltar su espíritu incluyente? No asistir al Informe de López Obrador.
Una gran señal del inexistente empeño democrático del sector opositors y de su deseo de contribuir al caos y al desorden. Está bueno que quisiera quedar bien con su jefe Claudio XXX González, pero por lo menos hubiera pasado a saludar, a llevar un detallito y no verse tan primitivo. Se dejó poseer por el demonio de Laura Zapata. Esto pone a mi Santi al nivel de palero de Alazraki.
Si querían echarlo todo a perder, mejor hubieran puesto a Alito Moreno que hubiera hecho mejor el trabajo sucio siendo como es, un auténtico costal de mañas y triquiñuelas. Para lo bueno es muy malo, pero para lo malo es pior. Claro, no siempre le salen las cosas; ahí está el caso de la candidata perdedora del PRIANchu en Hidalgo, Carolina Viggiano (pareja del Moreira malo), que fue a reunirse de manera muy sospechosa con el magistrado Reyes Rodríguez, muy pero muy pero muy ligado al ex presichente Calderón, justo cuando el Tribilín está por analizar esos procesos electorales. La gente rumora, como en canción de Joan Sebastian, que la Caro fue hacerle a Reyes una propuesta que no podía rechazar. Un quemón tamaño Loret. Ingenuo de mí, yo hasta pensé que la imagen la había tomado la señora del Hunan, pero no, jamás le haría daño a un derechairo. Y luego hay un video donde se puede ver cómo, después de bajar de un elevador, estos dos personajes caminan juntos a un banco y por supuesto ya andan diciendo que fueron a checar si ya había caído el recurso. Lo dudo, se ve que son buenos, no se rían. Nada más falta que los audios los tenga la señorita Layda, señorita Layda.
Pensándolo bien, de veras, amiguis del sector opositors, ¿no había nada mejorcito que Santiago Creel, de veras, de veras, deveritas? jairo.calixto@milenio.com @jairocalixto