Preocupante retorno: tosferina, sarampión, dengue.

El Programa de Vacunación Universal se instaló en México hace ya algunos años, su propósito fundamental consiste en prevenir, mantener erradicadas y eliminadas del territorio mexicano enfermedades alguna vez endémicas, el sarampión, la tosferina entre otras. La implementación de ese Programa en México redujo sustancialmente la morbilidad y la mortalidad. Para cada enfermedad una vacuna, la de la influenza y contra el Covid están entre las más recientes- El esquema de vacunación se acompaña...
lunes, marzo 31, 2025
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Empieza la enorme lista de la inevitable guillotina… Bye Bye Nena

Ninguna sorpresa. Gobernar no ha sido fácil y ahora menos que nunca. La geopolítica del mundo como tsunami brutal. El país y Veracruz, cada vez más pintados de sangre; desapariciones y exterminio (aunque les duela); las finanzas públicas en quiebra absoluta, sin lana ni para un chesco, algunos dicen que ya es plena y grave la recesión; la demagogia sigue, las ocurrencias crecen; las consecuencias de la destrucción del aparato judicial que cede paso a la autocracia; por ende, el fin de la democracia representativa; las pugnas de las...

Tolerancia y juego democrático.

Martín Quitano Martínez

mquim1962@hotmail.com

twitter: @mquim1962

Los anhelos de cambio y dignidad exigen a nuestras instituciones y actores políticos                                                                                                           que trabajemos con más empeño, diálogo, respeto y cariño                                                                                                                                                           hasta arribar a una propuesta que nos interprete a todas y todos.

Gabriel Boric

Los problemas nacionales requieren mucho más que “prédicas iluminadas”, exaltaciones a refugios morales o verdades únicas. La complejidad de las circunstancias en las que nos encontramos todos los mexicanos, no pueden reducirse a esas sencillas formas del discurso autocomplaciente que busca tan solo el regocijo de los oídos predefinidos, del auditorio de los “míos”.

Es necesario levantar la vara de la discusión política nacional, sobrepasando el sitio de banalidad y descalificación visceral en que se encuentra actualmente, sobrepoblada de elementos intrascendentes para la solución de los problemas.

Encasillada, la política nacional es simplificada hasta el absurdo de la visión binaria, a los paquetes de buenos y malos, reduccionismos que solo sirven para manipular la construcción de odios y muros insalvables, donde los únicos ganadores son quienes utilizan esos escenarios para incrementar su poder, donde al final pierden las mayorías, y en futuros previsibles, perderemos todos.

Siempre ha sido muy claro que los problemas que nos aquejan no eran ni son fáciles de enfrentar. Quien pensara que en 15 minutos los resolvería, o que se pueden burlarse con la estupidez del “haiga sido como haiga sido” o con la “sesuda” disertación de entender nuestras desgracias como una situación cultural muy mexicana, o pensar que sacando pañuelos blancos las cosas están mejor, no solo  engañan sino que no resuelven nada.

El compromiso de cambiar nuestras precarias condiciones solo podrá lograrse abandonando los lugares comunes y los discursos extremos, avanzando con decisión en la transformación real de las formas y comportamientos que tanto lastiman a nuestra sociedad.

Ello implica reconocernos plurales y diversos, reunidos en visiones de mayor estatura política, entendiendo las obligaciones democráticas que a tirones se han ido construyendo en nuestro país y que ahora parecen un estorbo para “gobernar” y por tanto están siendo socavadas, minadas por la intransigencia, por el desprecio a una historia de luchas para conformar acciones, valores e instituciones que, aun en sus dificultades, dan aliento político democrático y contra los autoritarismos.

Rescato a mi amigo Agustín Mantilla que hace poco nos recordó una historia ochentera que pareciera para muchos haberse olvidado. Una gran historia de un movimiento democrático, que “construyó puentes para transitar del autoritarismo a nuevas formas de gobierno, creando instituciones que le garantizaran a la sociedad un mejor rumbo”. Los esfuerzos realizados dieron frutos que podrán ser discutidos, cuestionados en tanto a la solvencia de instituciones construidas y que siempre podrán mejorarse, pero sin duda que mucho se hizo y se perfiló.

Los debates que requerimos de la clase política, de la sociedad civil, deberán abrir oportunidades, asumiendo que vivimos, y que bueno, en una sociedad plural, multiétnica, la cual, pese al tufo autoritario de cualquier signo, cuenta con  demócratas de todas las ideologías, con hombres y mujeres que desde su postura luchan contra la desigualdad, contra la violencia de todo tipo y la depredación ambiental, contra la violación de derechos humanos y a favor de la diversidad.

Hombres y mujeres de todo signo que aspiran a dirimir ideas y razones en ambientes de tolerancia y juego democrático, que exigen resultados y no ser tachados de enemigos o traidores a la patria por tener opiniones distintas al gobernante.

DE LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA

¿Y después de la militarización?

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