México es un país maravilloso, megadiverso y megacomplejo. Nunca ha sido sencillo gobernar este territorio, aún antes de la llegada de los españoles esto ya era una diversidad increíble de etnias, lenguas y culturas. Los Aztecas que ya establecidos en Tenochtitlán se llamaban así mismos Tenochas lo tenían claro, no era fácil gobernar a tantos y tan diferentes.
Los españoles no lo hicieron más sencillo, por el contrario, la complejidad fue aún mayor. A las poblaciones naturales, se les sumaban los españoles, otros europeos, africanos y muchos asiáticos. Así dio inicio una idea de identidad, algunos conceptos como lengua, religión y territorio empezaron a crear en el imaginario lo que ahora entendemos como nación.
El proceso de identidad nacional fue complejo, la Nueva España poco a poco iba siendo menos España y más México. En esto contribuyó todo, desde comida, arquitectura, artes y sobre todo el mestizaje. En México no es que no haya una población negra o asiática importante, que claro que las hay, lo que pasa es que todos se mezclaron unos con otros y los otros con los unos. Nuestro mestizaje es una de las mayores herencias de la historia de la humanidad.
La gastronomía es muestra clara de la riqueza de nuestros orígenes como nación, es extraordinaria y diversa sin comparación posible. La arquitectura es simplemente única, tenemos increíbles pirámides y centros arqueológicos únicos, pero además contamos con los mejores exponentes del barroco y las más bellas ciudades coloniales.
Iglesias cada una más bella que la anterior, conventos, edificios civiles y militares hacen de México una joya de la arquitectura, pero también la pintura, literatura y la música. De verdad que nuestro país es una chingonería. Nuestras herencias culturales son incomparables, desde lo indígena, europeo y africano que moldearon nuestra identidad, hasta el México moderno, con presencia de tecnología y la ciencia más avanzada.
Este es el México que festejo, uno donde todos estemos incluidos y considerados. Un México de todos y para todos. Donde se acepte sin ideologías estúpidas todas nuestras herencias. Lo indígena, lo español y nuestra herencia negra. Eso somos, un pueblo megacomplejo y multiétnico.
Posiblemente somos el único país en el que la diversidad nunca nos ha divido, por el contrario, en ese ser distintos y diferentes, encontramos la forma de gritar ¡Viva México! Ya sea con mariachis, huapango o banda.
Eso es México, todo lo que nos une como nación.
Nadie nos puede dividir.
Así que…
¡Viva México!
Jorge Flores Martínez
Twitter: @jorgeflores1mx