domingo, diciembre 22, 2024

Corte de EE. UU. no detendrá ejecución de preso que se sacó los ojos en prisión y se los comió

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Agencias/Sociedad 3.0

La Corte Suprema de Estados Unidos no librará de la pena de muerte a un recluso condenado en Texas por asesinar a su familia, pese a afirmar que no recibió un juicio justo por cuestiones interraciales.

El sujeto enfrenta la pena máxima debido a que asesinó a su esposa y sus dos hijos en 2005; durante su juicio Andre Thomas denunció que los miembros del jurado no actuaron parcialmente y argumentó que cometió el crimen “porque Dios se lo pidió”. 

El hombre fue sentenciado a muerte luego de que confesó haber matado a Laura Christine Boren, de 20 años; a su hijo, Andre Lee, de 4; y a la pequeña hija de Boren, Leyha Marie Hughes.

Tras el crimen, se apuñaló en el pecho, en un intento de suicidio, pero sobrevivió y fue sentenciado a muerte por el crimen en contra de su familia.

Cinco días después de recibir su sentencia, el hombre se sacó un ojo estando en prisión; posteriormente, cinco años más tarde, en 2010, el asesino se arrancó el otro glóbulo ocular y confesó, ante los guardias de la cárcel, que se los había comido. Tras sus acciones, el sujeto fue diagnosticado con esquizofrenia y su caso ha planteado dudas éticas sobre la ejecución de enfermos mentales.

Thomas argumenta en su defensa, que el jurado compuesto exclusivamente por blancos lo condenó porque no aprobaba el matrimonio interracial, ya que que él es negro y su esposa era blanca.

El abogado de Thomas había pedido a la Corte revisar el caso por prejuicio racial. Sin embargo, en una votación de 6-3, los jueces se negaron a revisar la condena a muerte del hombre.

Los abogados del asesino, han presentado diversas apelaciones penales, una en 2008 y otra en 2021, las cuales han sido rechazadas; entre sus justificaciones señalan que el hombre estaba demasiado enfermo mental para ser ejecutado. Sin embargo, los tribunales han rechazado dichas apelaciones.

Los tres jueces que votaron a favor de revisar el caso afirmaron que ninguna sentencia debería dictarse con posibles prejuicios raciales.

“Ningún jurado que decida recomendar una sentencia de muerte debe estar contaminado por posibles prejuicios raciales que podrían afectar sus deliberaciones o decisiones, particularmente cuando el caso involucró un crimen interracial”, dijo la jueza Sonia Sotomayor, según citó Telemundo Dallas.

Ahora, Andre Thomas espera la fecha para su ejecución en Texas, EE. UU.

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