Política Cero
Jairo Calixto Albarrán
ra muy previsible que la misma gente bonita que apoyó a Lord Cuchillote por considerar que su imitación de Chucky estaba súper dúplex justificada y le rindió homenaje al arma punzocortante por considerarla víctima del stress cuando pusieron su filo en el cogote de un lumpenproletario, sean precisamente los mismos que cobijaron valientemente a la dotora Denise Dresser, activista profundamente sesentayochera que cada año va a escupir a la tumba de Díaz Ordaz. Por supuesto, la distinguida, fina y danzarina intelectual de ultraizquierda, presente siempre en las grandes gestas sociales (sus fotos con la Zavala y la cúpula del PRIANChu son inventos de sus enemigos), fue víctima de la intolerancia de un régimen dictatorial que alimenta esta maldita polarización. Según los Guacamaya Freaks de Loret de Mola (hasta parece grupo de reguetón) se revela que AMLO, además de tener ojos de pescado, inventó el clásico Chivas-América para cultivar el huevo de la serpiente de la polarización.
Los mismo que se solidarizaron con el Jason Tabe, también pusieron ojos Remi al leer el texto de mi Dresser en el que —además de confirmar que el mundo gira en torno suyo y que la conmemoración del 68 no importa— estaba adornada con una foto suya más photoshopeada que Elba Esther Gordillo, hoy convertida en la maestra consentida de Charly Loret.
Un artículo nada autocomplaciente en el que afirma que nunca pensó que dios le iba a prestar vida para que una bola de mugrosos la echaran del Zócalo, donde según ella nunca han echado a ningún manifestante, pues la vida en Santa Fake es más sabrosa.
Aquí pienso en los jocosos políticos, peridísticos e intelecuáles que celebraron a mi Denise al ritmo de Raphael: “Provocación, en tu cuerpo queriendo, provocación/ En cualquier movimiento, provocación”.
Derechairos de abolengo que deben estar aplaudiendo a los Claudio XXX de Gran Bretaña que se pusieron como Lord Cuchillo y querían darle en la Tabe a la nueva Primera ministra, Liz Truss, que osó insinuar que le cobraría más impuestos a los plutócratas que como cualquier Rico McCaco, digo, McPato, son más aferrados a su lana que a las niñas de sus ojos y ya querían tomar Picadilly Circus en sus limosinas, ferraris, rollroyces, y hasta Alitititito que le gusta el mitin ya se había apuntado con su McLaren, en el mejor estilo de los FRENAAA y derechairos Trumpistas que voy pasando.
A la dotora Denise solo le faltó decir que “El 68 soy yo y yo y yo, y nadie más que yo”.