Por lo que podemos observar nuestra actitud ante la fenomenología cotidiana se reduce solo a lo que podemos ver o es de nuestro interés; es decir, lo que no vemos o ignoramos simplemente “no existe”. Es, sin embargo, percepción errónea, fruto de un subjetivismo irracional, porque cuanto existe u ocurre, pese a ignorarlo de alguna forma nos influye. En México, por ejemplo, en estos precisos momentos nos atemoriza el elevado grado de violencia que impera en el territorio nacional, y casos como el ocurrido en Totolapan, Gro., donde 20 seres humanos murieron masacrados por sicarios contratados para ese efecto, por no estar en nuestro radio de acción más inmediato, lo tomamos como una noticia de rutina adicional al acontecer cotidiano del país; en Zacatecas, seis policías fueron baleados y muertos en fatídica emboscada, y más cerca, en la autopista Puebla-Córdoba ladrones en motocicleta despojaron de lo suyo a automovilistas detenidos por un accidente carretero, a plena luz del día y sin problema alguno. O sea, si no nos involucran, esa clase de acontecimientos al día siguiente ya se “olvidó”. En geopolítica, a nivel internacional Corea del Norte dispara dos cohetes hacia el océano sobre territorio japonés y obliga a los Estados Unidos y Corea del Sur a patrullar aquella región con equipo militar de alto alcance. La resistencia de Ucrania a la invasión rusa ha implicado serio revés a Putin, quien, metido en graves problemas económicos y militares podría escalar a nivel atómico aquella confrontación; todo con gravísimas consecuencias de impacto planetario. ¿Nos importa? Claro que en menor medida que la preocupación por llevar el sustento diario al hogar. ¿Cuánto ignoramos de lo que acontece en las relaciones internacionales de países en pugna? Como en el caso de los misiles nucleares rusos instalados en Cuba que provocó la “crisis delos misiles” en 1962, un conflicto que pudo desembocar en fatales consecuencias para la humanidad, y por supuesto para México, “tan cerca de los Estados Unidos…”. Pero, por ignorar el meollo de las negociaciones no nos enteramos, en lo inmediato, que estuvimos en un tris de confrontar un conflicto bélico de proporciones horrorosas y catastróficas. Al final, conforme es la conducta del hombre, que el mundo siga su marcha, y cada quien arrostre sus propias circunstancias, es el destino de la humanidad, aunque haya acaso quienes ya se manifiestan preocupados por el aviso del fin del mundo dentro de mil 500 años. O quizás, para llenar las expectativas propias de nuestra curiosidad, lo mejor sería especular acerca de la renuncia de Tatiana Clouthier a la Secretaría de Economía, o por qué AMLO no le devolvió el abrazo a la renunciante. Y a propósito de Tatiana, quien intervino en las negociaciones en el diferendo entre las empresas reclamantes al amparo del T-MEC y el gobierno de México, aún queda por saber si se llegó a un acuerdo o proseguirá a la etapa contenciosa, que de perderlo México acarreará graves consecuencias económicas para el país, ya de por sí inmerso en una inflación galopante, con tasas de interés elevadísimas y un crecimiento económico que aún no rebasa los índices que teníamos en 2018.