En marzo de 2020, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México alertó a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que militares y elementos de la Guardia Nacional brindaban protección al Cártel de Sinaloa.
Esta información recibida por la Sedena se encuentra entre los cientos de miles de correos extraídos por el grupo de hackers “Guacamaya” de los servidores informáticos del Ejército.
Los vínculos entre el Cártel de Sinaloa y los elementos de la Sedena se conocieron tras labores de investigación de la Fiscalía del Estado de México. El organismo tuvo acceso a las conversaciones y documentos que estaban en un teléfono celular de un integrante de la organización criminal.
“Por estos hechos se confirma la relación de al menos un elemento de Sedena dentro de la organización dedicada al trasiego de cocaína. Se estima que existe otro personal militar proporcionando algún tipo de apoyo o protección a la organización delictiva”, dice el reporte de la fiscalía.
El documento agrega que al interior del Cártel de Sinaloa hubo diferencias entre los hermanos Iván y Ovidio Guzmán López con Ismael “El Mayo” Zambada.
En la relatoría de hechos se describe una pelea entre los jefes de escoltas de Iván Archivaldo Guzmán López y de Ismael Zambada, debido a que un elemento del hijo del “Chapo” Guzmán habría asesinado a un hombre que era parte del grupo del jefe de escoltas de “El Mayo”.
Tras estos hechos, miembros del Cártel de Sinaloa se enteraron de una reunión de “jefes” que salió mal, así que recomendaron a sus compañeros tener precaución en las calles.
También se enteraron de la existencia de pugnas al interior de la organización criminal por conflictos entre los líderes, según los diálogos referidos por la fiscalía mexiquense.
“Las conversaciones con el contacto (…) podrían tratarse de los acontecimientos del día 17 de octubre de 2019, por el operativo fallido para capturar a Ovidio Guzmán López en Culiacán, Sinaloa. Asimismo, este refiere que le están pasando información de (…) posiblemente un comandante de alguna corporación de seguridad”, se detalla en la información compartida a la Sedena en marzo de 2020.
El documento también informa que el Cártel de Sinaloa tiene presencia de bajo perfil en el Estado de México y en la Ciudad de México, ya que estas entidades son clave para la logística y para el lavado de dinero de la organización criminal.