El expresidente boliviano Evo Morales agradeció nuevamente a los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), y de Argentina, Alberto Fernández, por «salvar» su vida durante la crisis política y social que afrontó Bolivia de 2019 y que derivó en su renuncia a la Presidencia del país.
Justamente, el 11 de noviembre de ese año, luego de anunciar su renuncia a la Presidencia un día antes, Morales abordó un avión enviado por el Gobierno de México, país al que pidió asilo y en el que estuvo un mes para luego trasladarse a Argentina donde solicitó refugio político.
«#UnDíaComoHoy, en 2019, partimos rumbo a #México para salvar la vida y evitar derramamiento de sangre preparado por los autores del golpe de Estado, gracias a la solidaridad de varios hermanos presidentes, especialmente @lopezobrador_, @alferdez; otros presidentes y expresidentes», escribió Morales en una serie de tuits.
Desde México y Argentina, Morales asumió el rol de jefe de campaña de su partido el Movimiento al Socialismo (MAS) que impulsó la candidatura del actual presidente boliviano, Luis Arce.
El exmandatario también señaló que «los conspiradores trataron de atentar» contra su integridad y que incluso ofrecieron 50 mil dólares a un miembro de su seguridad para «consumar» un supuesto plan de «magnicidio».
La renuncia de Morales estuvo antecedida por las protestas de varios sectores que cuestionaron los resultados de los comicios en los que fue declarado vencedor para asumir un cuarto mandato continuo en medio de acusaciones de «fraude» electoral, que para el exmandatario y el oficialismo fue un «golpe de Estado».
La madrugada del 10 de noviembre la Organización de Estados Americanos (OEA) presentó las conclusiones preliminares de una auditoría electoral en la que identifico «irregularidades graves» en los comicios.
Unas horas después, Morales propuso remover a todos los vocales electorales y convocar otras elecciones con «nuevos actores» y más tarde anunció su renuncia antecedida por la dimisión de sus ministros incluidas las autoridades en línea de sucesión en el Legislativo.
Como lo ha hecho estos días, la expresidneta interina de Bolivia Jeanine Áñez dijo que el 11 de noviembre de 2019 «Bolivia estaba sumida en el caos y la confrontación», además, que las autoridades en línea de sucesión «abandonaron funciones y provocaron (un) vacío de poder».
«Me llamaron a (a la ciudad) Trinidad, donde me encontraba, indicando la línea sucesoria que correspondía a la 2ª Vicepresidencia del Senado. Viajé a La Paz a asumir mi responsabilidad en momentos que ni yo ni nadie hubiera querido. Había que pacificar y convocar a nuevas elecciones», añadió en su cuenta de Twitter que es manejada por personas de su entorno.
Áñez asumió la Presidencia interina de Bolivia el 12 de noviembre de 2019.
A juicio de Morales, la llegada de Áñez a la Presidencia implicó «tomar el poder por asalto» y también señaló que el Gobierno de transición persiguió y causó la muerte de más de una veintena de civiles en las llamadas «masacres» de Sacaba y Senkata.
Por su parte, Áñez consideró que tres años después de esos sucesos «los autores y los instigadores del vacío de poder, que huyeron y buscaron asilo en México, siguen libres e impunes» y que la Fiscalía y el oficialismo «encarcelaron» a los defensores de la democracia.
Áñez, detenida desde marzo del año pasado, cumple una condena de 10 años de prisión acusada por resoluciones contra la Constitución e incumplimiento de deberes por colocarse indebidamente en línea de sucesión presidencial.
A su turno, el expresidente Carlos Mesa, quien fue contrincante de Morales en las elecciones fallidas de 2019, señaló que el 11 de noviembre representa el día en que «un pueblo demócrata venció la tiranía».
«Noviembre 2019. Los bolivianos no olvidamos el fraude monumental, el coraje de las plataformas, los radicales pidiendo guerra civil, los cobardes huyendo tras bandera extranjera y la orden de cercar ciudades. No olvidamos que el 11/19 un pueblo demócrata venció a la tiranía», dijo en su cuenta de Twitter.