Falso mil, que la marcha por la defensa gloriosa, ética y epopéyica del INE fue un fracaso. Para nada; según los cálculos nada inflados de los matemáticos del PAN, se convocaron al menos 5 millones de lindas personitas. Sin contar a los aguerridos jéiters, trols y bots, que si realmente existieran con los opositores estuvieran.
Una maravilla que, a diferencia de otras marchas del sector opositors, en esta ocasión no parecía un domingo cualquiera en el parque La Mexicana de Santa Fake, ni una tarde de choping en la venta nocturna de Liverpool o paseo por los caminos de Las Lomas, Polanco, Polanquito y varios más. Tan así que, sin exagerar, amiguis, parecía una versión glamurosa y nais de una movilización de los encuerados de los 400 pueblos.
Hay que reconocer que este ejercicio puramente cívico y sin tintes partidistas (el patrocinio del PRIANChu casi ni se notó) en contra de la Dictadura macuspánica estuvo encabezado por personajes maravillosos como la maestra Gordillo (su democrático y nada charro sindicato magisterial es un ejemplo de humanismo y probidad), Madrazo (ningún mapache ha sido lastimado en las elecciones en las que ha participado), la dotora Dresser (antes quería correr a mi Tatankita Córdova, y ahora lo quiere convertir en el Niño Fidencio de la democracia con ojetivos), la Zavala (que sueña con otra narcoguerra calderónica) y Claudio XXX & Burstavo de Hoyos que, mirando a la fanaticada, parecían decirse el uno al otro: ¿y de veras esta gente se cree fifí porque va al City Market?
Nada que objetarle a Woldenberg, defensor de los raquíticos sueldos y PRIvilegios de los Woldenboys, Lorenzo (pobrecito, lo obligaron a suspender sus vacaciones en las europas) y Murayamasamí que con justa razón se siente más bonito que ninguno. El Doktor W, que solía ser un intelectual social de izquierda ahora, como debe de ser, está cada vez más cerca de Chente Fox y de Kinky Téllez. Aplausos.
Por eso a estos luchadores sociales que, sin duda, llevan en el corazón a proletarios, campesinos, Godínez y obreros, no hay que menospreciarlos. Aunque tienen sus detallitos de una histeria anticomunista muy macartysta y ese clasismo tan suyo que siendo tan cursi no les genera ni un pesar, se ve que tienen buenas intenciones.
Y ahí estaba Richard Monreal asesorando a los marchistas, ganando puntos a ver si se convierte en el nene consentido de Claudio XXX, su líder, Yoda y gurú emocional, we.