AHORA que está generándose una importante participación ciudadana, según se sabe, para defender al Instituto Nacional Electoral, con una marcha, sin violencia por las calles de la ciudad de México, así como en algunas entidades del país, donde ya se han organizado los diversos sectores de la sociedad, queda pensar que los ciudadanos ya están despertando de ese sueño profundo en que cayeron desde hace cuatro años, por lo menos, desde que gobierna el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y es que, aunque pocos lo crean, tocar al INE, parece ser un sacrilegio, del cual no se da cuenta bien el mismo mandatario, porque los ciudadanos mexicanos, consideran a este organismo como la plena garantía de una verdadera democracia, con el cual, además, se identifican en todas partes y es, por lo tanto, un instituto que todos cuidan. Basta con esto para que cualquier pretensión oficial, como es ahora, la reforma electoral, propuesta por el presidente de la república, sea rechazada, independientemente de lo que aleguen quienes están detrás de estos cambios al organismo rector de las elecciones en México.
Es cierto, mucha gente no sabe, a ciencia cierta, de lo que se trata en la reforma electoral, pero saben de antemano que si se quiere desaparecer al Instituto, desaparece también su documento y aunque esto sea lo que menos importe, para la mayoría de habitantes de este país, el INE, es su institución y con ella saben que se ha trabajado permanentemente en los procesos electorales, sin ningún problema, puesto que para ellos las elecciones han salido bien y se ha respetado la voluntad ciudadana, es decir, el verdadero poder del pueblo.
En consecuencia, atentar contra el organismo que se encarga de organizar los comicios, es atentar contra la integridad misma de los ciudadanos. Esto es algo en lo que no han pensado seriamente quienes buscan satisfacer sus intereses, aprovechando que tienen el poder otorgado por el pueblo, pero que si le buscan, es posible que despierte el tigre, como parece que está sucediendo, y no puedan controlarlo en estos momentos clave de la política nacional, lo que podría, en corto plazo, provocar una mayor inconformidad de la que ya existe, generándose una reacción a todo lo largo y ancho del país, donde parece que solamente se espera una chispa que detone el incendio popular.
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EL PRESIDENTE, YA TEME UNA INSURRECCIÓN POPULAR.
AUNQUE PAREZCA TRANQUILO y hasta cierto punto displicente, todo parece indicar que detrás de esta apariencia presidencial, existe ya una seria preocupación por todo lo que está sucediendo en el país. El presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, sabe que ha provocado constantemente al pueblo y que éste ya se cansó de tantas descalificaciones, burlas y desprecios a la sociedad, la cual lo llevó al poder y que ahora se arrepiente, en gran parte de los sectores sociales del país, de haber otorgado poder a una persona que no ha entendido, precisamente, el privilegio que significa mandar.
Por eso, el presidente, aunque no lo reconozca, en su interior puede estar germinando el temor de qué en determinado momento, el pueblo decida cambiar el rumbo de las cosas y generar una especie de insurrección popular. Por eso se está preocupando demasiado de la protesta del próximo domingo, porque sabe que puede ser el principio de una mayor manifestación de inconformidad que ponga a su gobierno, en serios aprietos, más cuando quiere, bajo todas las estrategias, mantener el poder de su movimiento político y de su proyecto de gobierno para las futuras generaciones de mexicanos, al cual ha calificado como su testamento político.
Nunca, un presidente de México, había provocado tanto al pueblo.
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¡INCREÍBLE!, 270 OBRAS, EN XALAPA, EN TAN SOLO ESTE AÑO.
SON DOSCIENTAS SETENTA obras que han sido programadas para ser concluidas este año, tanto en el centro de la ciudad capital, como en diversas colonias y poblaciones que forman parte del municipio de Xalapa.
Se considera histórica la obra material que se realiza para rescatar la imagen de la ciudad de Xalapa, por lo que el ayuntamiento coordina todos los procesos administrativos y constructivos de todos estos trabajos para ser entregados dentro de los marcos legales, de acuerdo a lo que ha manifestado el propio alcalde Ricardo Ahued Bardahuill.
De acuerdo con lo expresado por el edil, la dirección de obras públicas, se encuentra muy adelantada en la ejecución del programa general de inversión, correspondiente a este año, por lo que no habrá problemas para la entrega de las obras que por ahora se encuentran en pleno desarrollo, a excepción de una o dos, donde ya se contempla aplicar las fianzas o multas, tras el diálogo con las empresas constructoras que no han cumplido.
El presidente municipal, reconoció el esfuerzo y labor del personal de la dirección de obras públicas, como de la comisión municipal de agua y saneamiento que actualmente trabajan conjuntamente en estos proyectos, además de analizar las peticiones de obra que serán tomadas en cuenta para el próximo año. Habrá un equilibrio en la inversión para atender la mayor parte de las necesidades, afirmó el presidente municipal.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.