Agencias/Sociedad 3.0
Este martes Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, solicitó no utilizar como «pretexto» la inflación para no aumentar el salario mínimo en medio de la discusión entre el Gobierno, los sindicatos y la patronal para definir el aumento para 2023.
«Si bien es cierto que tiene que ser cuidadoso por la situación de inflación que se vive, también no debe utilizarse la inflación como pretexto para no aumentar el salario porque es una gran mentira, o sea, nos engañaron durante todo el periodo neoliberal», manifestó durante su conferencia presidencial mañanera.
Sus declaraciones se producen mientras la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) debate el incremento que se tendrá el próximo año en medio de la inflación general más alta en dos décadas, la cual alcanzó en septiembre una tasa anual de 8,7 %.
En este contexto, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) propone una subida de 15 %, pero López Obrador confesó que la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), uno de los sindicatos más influyentes del país, desea un aumento mayor.
López Obrador, quien adelantó que el resultado de la negociación se anunciará el 1 de diciembre, detalló que «lo ideal sería un acuerdo que fuese unánime», al recordar que en cuatro años su Administración ha consensuado subidas en tres, con la excepción en 2020, durante lo más álgido de la pandemia de Covid-19.
«Solo en uno fue el Gobierno con el sector obrero porque no quiso el sector empresarial, incluso también por cuestiones políticas porque en el mismo sector empresarial había organizaciones que sí querían», manifestó.
El presidente expuso una gráfica que muestra que, antes de llegar al gobierno, había un salario mínimo de 88,36 pesos diarios (4,4 dólares) en 2018 mientras que ahora es de 172,87 pesos (8,6 dólares).
En términos reales, confesó el gobernante, ha habido un incremento de cerca del 60 %.
Al defender la subida del salario, López Obrador denunció que en lo que él llama «periodo neoliberal» hubo «una pérdida del poder adquisitivo del salario del 75 %» en México, uno de los países son los sueldos más bajos de Latinoamérica.
«Eso es lo que quieren (los opositores), que regresemos a esto, la gente no quiere eso, pero bueno estamos trabajando para que aumente el salario, está demostrado además que, si aumenta el salario, no necesariamente aumenta la inflación», mantuvo