miércoles, diciembre 18, 2024

La marcha de AMLO: una medición de músculo para 2024

+ Querido Pablo Milanés.

Lo que brilla con luz propia nadie lo puede apagar.
Su brillo puede alcanzar la oscuridad de otras costas.
–Canción Por La Unidad Latinoamericana.

Empecé a escribir esta columna y a la mitad de la redactada me enteré que había fallecido Pablo Milanés; uno de mis héroes musicales de mi juventud ya cada vez más lejana. Si ven que está desganada, ustedes disculpen, pero sí me dolió la noticia… Va…

Es muy probable que la marcha programada para el 27 de noviembre en la Ciudad de México, y que será encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, sea más multitudinaria que la realizada el pasado día 13, cuando se juntaron sus principales enemigos políticos, más allá de la bandera de «defender» al Instituto Nacional Electoral (INE).

Ya se ha visto en varias ocasiones que si alguien tiene la capacidad de convocar a miles de personas en el Zócalo de la capital del país (desde que era jefe de Gobierno) es precisamente López Obrador, quien además será arropado no sólo por sus simpatizantes locales, sino por los provenientes de diversas partes de la república.

La marcha-mitin obviamente es la respuesta a la del 13 de noviembre, que hizo mucho ruido y también fue multitudinaria; una concentración «ciudadana» de políticos de oposición, militantes de otros partidos contrarios a Morena, grupos antiAMLO, etc. Una movilización liderada por lo más rancio y nefasto de la política mexicana: Vicente Fox, Elba Esther Gordillo, Roberto Madrazo, entre otros.

No obstante, basta recordar que la mitad de la CDMX actualmente se encuentra en manos de la oposición, ya que perdió en las elecciones de 2021 su posición privilegiada como bastión del lopezobradorismo, quedando prácticamente dividida la capital mexicana en dos. Esa gran mitad es la que aportó a mucha gente para la movilización en la supuesta defensa del INE, lo que no se puede desdeñar o minimizar.

Según cifras, la marcha de los opositores que tomó como bandera la defensa del Instituto Nacional Electoral, anduvo entre 50 y 60 mil gentes (no 10 mil como había dicho el bruto secretario de la CDMX, Martí Batres, descalificado hasta por la propia jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum), pero se vislumbra que la encabezada por López Obrador pueda reunir fácilmente más de 100 mil gentes o más.

Desde Xalapa, el gobernador Cuitláhuac ya confirmó que él y miembros de su gabinete (más alcaldes, diputados y los que se sumen de Veracruz) estarán marchando junto al presidente ese domingo, justificando que es un día donde pueden realizar actividades libres; en este caso, de tipo político.

La verdad es que la «oposición marchante» tampoco creo que espante o ponga nervioso a AMLO, quien si de algo sabe es de marchas, movilizaciones y hasta de cierre de calles como Reforma. Sabe que tiene un gran poder de convocatoria y que sin problema demostrará el “mi barrio me respalda”.

Y es que la «lucha social» que ahora busca retomar la oposición (entiéndase más bien, los enemigos del presidente), tiene como fondo a una clase política que está muy enojada por haber perdido los privilegios que durante años tuvieron. A eso se reduce el descontento «ciudadano». No hay más: es la lucha por el poder y ya.

Y sí: también hay gente que odia a López Obrador porque sencillamente no lo traga, lo repudia, lo vomita. Es triste, porque finalmente si dicen defender la democracia, lo que realmente están odiando es esta misma, la que permitió democráticamente la llegada de AMLO a la Presidencia de la República, aunque renieguen con argumentos absurdos como el de «No es mi presidente”.

Sí, hay gente que quizás esté arrepentida de votar por López Obrador, pero al final de cuentas el presidente tiene bien medida su base popular, que es bastante y muy por encima de intereses de grupos que ahora marchan por las calles, cuando antes aborrecían las protestas.

Este músculo servirá bastante para acallar lo que medios y redes sociales magnifican como un descontento popular generalizado. Servirá también para presumir músculo y mostrar la fortaleza a la que la oposición tendrá que enfrentar en 2024.

Para eso, aunque todavía falta un rato, ya se está calentando el ambiente.

Así las cosas del poder a la mexicana.

ÚNICA NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI, PORQUE LUTO… En una época de muchos conflictos por los problemas en la casa familiar, poco antes de salirme de la misma, mi abuela paterna Doña Mary (besito tronado, abue) se percató que andaba husmeando en sus discos de vinilo… Algo tienen esos círculos negros, que desde la infancia me gustaba ponerlos en los tocadiscos y pasar horas oyendo rolas. Fue ella quien me obsequió el disco «Querido Pablo», al enterarse de que su nieto andaba por esos años metido en eso de la guitarra y serenatas y trova y así… Durante varios meses (antes de irme a la gaver definitivamente), ese disco se convirtió en un reconfortante del alma, pues todas las noches lo escuchaba en un tornamesa viejito que ya andaba jubilándose; eso sí, bajito, para que no se enojara la jefa… Descanse en paz, Pablo Milanés.

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