El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) rebajó a 0.9 por ciento el crecimiento definitivo del Producto Interno Bruto (PIB) en el tercer trimestre de 2022 tras estimar en octubre un incremento preliminar de 1 por ciento.
El dato es resultado del avance trimestral de 2 por ciento de las actividades primarias, de 0.6 por ciento de las secundarias y de 1.1 por ciento de las terciarias, detalló el Inegi en su reporte con base en cifras desestacionalizadas, es decir, sin factores coyunturales por temporada.
Esta estimación trimestral supone un ritmo de crecimiento sostenido desde el periodo abril-junio, cuando el PIB se incrementó 0.9 por ciento trimestral en términos reales, según cifras definitivas del Inegi divulgadas en agosto.
Por otro lado, el PIB mexicano creció de manera definitiva 4.3 por ciento interanual en el tercer trimestre de 2022, con lo que acumula un incremento de 2.9 por ciento en el año, según cifras originales.
A diferencia del comportamiento trimestral, estos datos interanuales son superiores a las cifras preliminares del Inegi, que en octubre había estimado una subida interanual de 4.2 por ciento en el tercer trimestre y un crecimiento anual acumulado de 2.7 por ciento.
La economía mexicana creció 1.8 por ciento interanual en el periodo de enero a marzo y 2 por ciento anual de abril a junio.
El crecimiento interanual de julio a septiembre fue resultado de las subidas de los servicios (4.5 por ciento), del sector agropecuario (3.6 por ciento) y, por último, de la industria (3.5 por ciento).
Con estos datos, las actividades primarias acumulan un crecimiento de 1.4 por ciento en lo que va del año, las actividades secundarias han subido 3.3 por ciento y las terciarias 2.5 por ciento.
El dato del PIB se reporta en medio de un alza de los pronósticos de México para este 2022.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) elevó el martes pasado de 2.1 a 2.5 por ciento su previsión de crecimiento de México para este 2022.
A pesar de este crecimiento, México es uno de los pocos países de Latinoamérica que aún no supera el nivel del PIB que tenía antes de la pandemia, que dejó una contracción histórica de 8.2 por ciento en 2020.
El país tuvo en 2021 un crecimiento anual de 4.8 por ciento apoyado por el crecimiento del sector industrial (6.5 por ciento), el de servicios (4.1 por ciento) y el agrícola (2.9 por ciento).
Pero este aumento del PIB fue menor a las expectativas oficiales del Gobierno, que esperaba un alza del 6 por ciento y para este año estima crecer al menos 2 por ciento.