ES CIERTO, Ricardo Monreal Ávila, senador de la república, y presidente de la junta de coordinación política de la cámara de senadores, hizo creer, a propios y extraños, que su actitud política frente al presidente de la república, como a su partido Morena, negándose a seguir los lineamientos planteados por el jefe del poder ejecutivo nacional, era, en cierto modo, una reacción de su parte al no verse incluido dentro de los aspirantes a la candidatura para buscar la presidencia de la república, en el dos mil veinticuatro, más cuando, de alguna manera, insistió que pese a ello, él aparecería en las boletas electorales. Para quienes tenían la esperanza de que surgiera un personaje que se opusiera rotundamente a los criterios presidenciales, vieron, precisamente, en el zacatecano, una posibilidad de seguir por un camino distinto, aún cuando fuera dentro del mismo partido político en el poder.
Desde entonces, aquí comentamos en esta columna, que dicha posición política, contraria a la del presidente de la república, podría tratarse de una mera estrategia ideada desde el interior de palacio de gobierno.
El caso es que Monreal, hasta la fecha, no se ha deslindado de Morena, como se lo pidieron muchos actores políticos, con la finalidad de ver si en verdad había un enfrentamiento serio con el presidente, o era, solamente, una mascarada política que trataba de distraer a todos los ciudadanos del país.
Monreal, como se sabe, se ha negado a separarse de su partido y no ha hecho nada para demostrar que en verdad está dispuesto a buscar la presidencia de la república, ya sea por Morena, o por otro partido político, incluso, la propia coalición política de los partidos tradicionales como son el PRI, PAN y PRD. Esto indica, sin duda alguna, que el legislador en cuestión, no tiene intenciones de salirse de su partido y menos de hacer realidad, una oposición directa hacia el presidente, por más que haga, porque si fuera de esta manera, el propio presidente de la república, ya se le hubiera ido encima desde cuando para no dejarlo avanzar en sus pretensiones.
No hay que hacerse bolas, entonces, porque parece que el tiempo nos comienza a dar la razón, acerca de que solo se ha tratado de una estrategia distractora y que, en realidad, Monreal, está esperando el momento para declarar que siempre no se va de Morena, y que no está en contra del presidente, aceptando, al mismo tiempo, que buscará ser el futuro jefe del gobierno de la ciudad de México.
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COALCIÓN POLÍTICA, ESPERANDO EL MOMENTO.
ME EXPLICAN, Y QUIENES lo hacen parecen tener toda la razón, sobre la actitud que ha tomado la coalición de partidos políticos, para dar a conocer a sus precandidatos, tanto a la presidencia de la república, como al que buscará la gubernatura del Estado.
Aquí hemos mencionados en diversas ocasiones, que mientras Morena, el partido político en el poder, ya está mostrando a sus personajes que podrían ser los que compitan internamente por la candidatura a la presidencia de la república, como en la misma entidad veracruzana, los partidos que conforman el bloque opositor no se mueven para nada y que podría estar cediendo ventaja política a su mayor oponente.
Pues no ha falta quien me aclare que la coalición, simplemente, está siguiendo sus propios lineamientos que han tenido los partidos políticos que la integran, es decir, estratégicamente, esperar los tiempos oportunos para evitar el consabido desgaste, pues consideran que la adelantada sucesión, es un juego exclusivo del presidente de la república, con el ánimo de ganar tiempo, en virtud de que no está seguro de que al no estar él en las boletas, los ciudadanos voten masivamente, como en el dos mil dieciocho, por el partido que lo llevó al poder.
Aseguran, quienes me han hecho esta observación, que el desgaste político, también juega un papel importante en todo proceso electoral y que mientras unos salen a la luz pública antes de tiempo, otros lo hacen con mayores posibilidades de mantenerse todo el tiempo de campañas políticas, dentro de un proceso real de conocimiento del problema electoral y que la ciudadanía aprecia más lo más fresco del momento, cuando de verdad, las propuestas se toman con más seriedad.
Ojalá, insisto, que tengan razón quienes me han tratado de rectificar, pues también, advierten, que la coalición no quiere caer en actos adelantados y fuera de la ley.
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YA NO LE CREEN A DANTE.
ALGO PASÓ Y NO DEBE SER TAN sencillo, dentro de la vida política nacional, que el líder del partido Movimiento Ciudadano, Dante Delgado Rannauro, no quiso aceptar integrarse a la coalición política, aún cuando, se dice, le rogaron para que participara en la contienda presidencial junto a los partidos políticos PRI, PAN, y PRD.
Hay quienes dicen que Dante, se volvió de pronto, más soberbio de lo que era y que sus triunfos en algunos Estados de la República, los ha tomado como suficientes para poder participar de manera solitaria en los procesos electorales, tanto nacional como estatal, pero también hay la creencia de que hubo de por medio algún acuerdo político con quien, supuestamente, manda a nivel nacional, es decir, que le llegaron al precio y que por ello ha decidido mantenerse en el nivel que tiene.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.