Comparece ante diputados locales el que calienta la silla estatal en Palacio de Gobierno, Cuitláhuac García Jiménez en una mayoría legislativa dócil y obediente, así como una oposición coptada y amenazada. Y la fuerza de una Legislatura se limita a arrodillarse ante el gobernador de Veracruz. Triste pues en la política debe existir contrapesos y los Poderes Legislativo y Judicial son el traspatio de esta administración ocurrente, fraudulenta y sobre todo, impune.
En las comparecencias de secretarios de despacho, algunas rescatables, pero en su mayoría con infinidad de mentiras y mostrar un Veracruz inexistente. Hoy Cuitláhuac García con actitud “entrona” y retadora, ésta se eclipsa justificando haber heredado los daños y malas acciones de administraciones pasadas, cuando él no ha entendido que ya transita en su quinto año de desgobierno, sin resultados y colocando al estado en uno de los últimos lugares en desarrollo y primero en pobreza extrema y desempleo. Y aún con los programas sociales ha aumentado la pobreza en Veracruz y sin resultados en su gestión como gobernador. Y ya no hablemos de su pésima popularidad.
La comparecencia hubiese sido una oportunidad para exigirle cuentas al actual gobernador, quien ha llevado una desastrosa administración. Al contrario, fue tratado como si fuese una celebridad, su Mecenas y salvador, por el interés personal de cada diputado con miras a un futuro y seguir en la ubre política-electoral.
Y le advertimos a Cuitláhuac García que declarar mentiras ante el pleno del Congreso de Veracruz es también corrupción.
Su constante muletilla al asegurar que en las pasadas administraciones hubo robo y corrupción, sin que hasta la fecha hayan sido detenidos altos exfuncionarios, imponiendo complicidad y sólo una simulación al advertir que los están combatiendo. Y siempre presumir que en su administración son diferentes, cuando los desvíos de recursos, corrupción, anomalías administrativas, conflicto de intereses y gobierno familiar, son parte de la carta de presentación de Cuitláhuac García.
Hoy en Veracruz, MORENA está dividido, polarizado y sobre todo, sus integrantes son caníbales que se comen unos a otros y se atacan todos contra todos. Y esa es una oportunidad para la oposición.
Nos resta recordar, en la administración de Javier Duarte de Ochoa era aplaudido y alabado por su Gabinete, para después, olvidado por sus colaboradores al ser encarcelado, lo mismo puede pasar con Cuitláhuac García, quien se ha coludido con lo peor de la política, hasta cambiar su imagen física de simple pobretón a político fifí, al haber probado el poder, violenta la ley de manera intermitente e infringe la Constitución y omite resoluciones federales, pues piensa que su gobierno debe tener el control de todo, cuando no es autónomo.
Arranca el quinto año de administración y también, la imperiosa necesidad de mostrar control en su gobierno, cuando el mismo gobernador de Veracruz, no pone orden ni en su oficina permitiendo el acoso laboral y sexual a mujeres, robo de viáticos y los negocios lucrativos en la Oficina del Gobernador, siendo el feudo de sus amigos, aquellos quienes no tenían dinero en el 2018 y hoy son los grandes millonarios, incluyendo a su dirigente estatal Esteban Ramírez Zepeta.
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