viernes, noviembre 22, 2024

Liberalismo y democracia

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¿Cuál, entre democracia y liberalismo, controla mejor la intervención del poder público? Ambos, democracia y liberalismo son conceptos diferentes, y en ocasiones las circunstancias los enfrentan ¿hasta dónde es conveniente el gobierno del “demos” (pueblo) y el liberalismo sirve como dique a su poder? Dejamos la responsabilidad de aclararlo a la voz autorizada de Ortega y Gasset para hablar de estos menesteres, para mejor entender la no equivalencia entre estos dos conceptos y así mejor entender la realidad de nuestro entorno; dice José Ortega y Gasset:- “Liberalismo y democracia se nos confunden en la cabeza y, a menudo, queriendo lo uno gritamos lo otro….Por esta razón conviene de cuando en cuando pulimentar las dos nociones…Pues acaece que liberalismo y democracia son dos cosas que empiezan por no tener nada que ver entre sí y acaban por ser, en cuanto tendencias, de sentido antagónico” “Democracia y Liberalismo son dos respuestas a dos cuestiones de derecho político completamente distintas. La democracia responde a esta pregunta: ¿Quién debe ejercer el poder público? La respuesta es: el ejercicio del Poder público corresponde a la colectividad de los ciudadanos. Pero en esa pregunta no se habla de que extensión debe tener el poder público…La democracia propone que mandemos todos; es decir, que todos intervengamos soberanamente en los hechos sociales”.

“El Liberalismo, en cambio, responde a esta otra pregunta: ejerza quienquiera el poder público, ¿cuáles deben ser los límites de éste? La respuesta suena así: el poder Público, ejérzalo un autócrata o el pueblo, no puede ser absoluto, sino que las personas tienen derechos previos a toda injerencia del Estado. Es, pues, la tendencia a limitar la intervención del poder público…. Se puede ser muy liberal y nada demócrata, o viceversa, muy demócrata y nada liberal.”

“El poder público tiende siempre y dondequiera a no reconocer límite alguno. Es indiferente que se halle en una sola mano o en la de todos. Sería, pues, el más inocente error creer que a fuerza de democracia esquivamos el absolutismo. Todo lo contrario. No hay autocracia más feroz que la difusa e irresponsable del demos. Por eso, el que es verdaderamente liberal mira con recelo y cautela, sus propios fervores democráticos y, por decirlo así, se limita a sí mismo”. “Frente al Poder público, a la ley del Estado, el liberalismo significa un derecho privado, un privilegio.” “El germano fue más liberal que demócrata. El mediterráneo, más demócrata que liberal. La revolución inglesa es un claro ejemplo de liberalismo. La francesa, de democratismo. Cromwell quiere limitar el poder del rey y del Parlamento. Roberpierre quiere que gobiernen los clubs.” Más claro ni el agua.

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