La tesis de la dirigencia nacional de Movimiento Ciudadano se fundamenta en participar al margen de la alianza Va por México porque lo considera inconveniente en base a la percepción de que la ciudadanía mexicana ya no avala a los partidos que la integran. Sin embargo, la realidad de MC refiere una muy baja competitividad electoral, según hacen constar los resultados obtenidos en los comicios del 5 de junio pasado. En esa elección, MC quedó a la zaga: en Aguascalientes, la alianza PRI/PAN/PRD obtuvo 249 mil 464 votos, 93 mil 933 votos más que la candidata de MoReNa, MC apenas juntó 32 mil 270 votos. En Durango: la Alianza PAN-PRI-PRD obtuvo 332 mil 311 votos; MoReNa 240 mil 255; en cambio, MC apenas alcanzó el 4.4% de la votación general con 27 mil 741 votos. En Hidalgo ganó MoReNa, con 320 mil 697 votos, en cambio MC apenas juntó 32 mil 709 votos. En Oaxaca, MoReNa ganó con 680 mil votos, muy atrás los 282 mil sufragios de la Alianza, y sideralmente lejos los 36 mil 979 votos de MC. Aunque en Quintana Roo le fue mejor o menos mal a MC, pues obtuvo 65 mil 286 votos y en Tamaulipas 44 mil 895 votos. Con ese contexto electoral Movimiento Ciudadano difícilmente podriá establecer condiciones para postular una candidatura competitiva para 2024. No obstante, esos pírricos resultados, la dirigencia de MC permanece firme en su estrategia de competir por separado, ¿para no “contaminarse”, o porque su papel consiste en convertirse en un esquirol electoral? Porque ya ha adelantado que competirá en el Estado de México al margen de la Alianza, se ignora con qué propósito, pero no será, obviamente, para competir, ni mucho menos para obtener el triunfo electoral. Durante los cuatro años de este periodo, el senador Dante Delgado ha mantenido una estrategia epistolar con el presidente López Obrador, en sus misivas lo increpa duramente, hace sentir un divorcio de irreconciliable postura, pero en los hechos son misiles de salva, contienen solo aire, fuegos fatuos que disuelve el tiempo. Rara estrategia, pronto veremos si será permanente o si las circunstancias obligan cambio de rumbo, porque el actor político que decida adoptar el camino opositor y competir, es evidente que estratégicamente buscaría fortalecer su marco de competencia partidista, lo cual solo es factible con una estructura aliancista de todas las fuerzas opositoras, incluido MC, porque en las actuales circunstancias se antoja difícil concebir un escenario diferente.