El gobierno del la presidenta peruana Dina Boluarte declaró como «persona non grata» al embajador de México, Pablo Monroy Conesa y le dio 72 horas para que abandone Lima por una «injerencia» en los asuntos internos del país, en una escalada de la crisis diplomática entre ambas naciones latinoamericanas por la destitución y arresto del ex presidente Pedro Castillo.
La decisión se produjo horas después de que México anunció que concedió asilo político a la familia del ex mandatario Castillo, destituido el pasado 7 tras intentar disolver el Congreso y reorganizar el sistema judicial en la nación andina.
El gobierno peruano anunció también que concedió salvonducto a la esposa de Castillo, Lilia Paredes y sus hijos menores de edad, Arnold y Alondra, para viajar México, aunque destacó que la mujer está acusada de corrupción y eventualmente se podrá solicitar su extradición.
«El gobierno de Perú ha declarado persona non grata al embajador de México de Perú, Pablo Monroy Conesa, por las reiteradas expresiones de las altas autoridades de ese país sobre la situación política de Perú», dijo la canciller de Perú, Ana Gervasi Díaz.
La funcionaria dijo que se notificó «a la fecha» que el diplomático tiene 72 horas para abandonar el país andino.
México, Argentina, Colombia y Bolivia emitieron la semana pasada un comunicado conjunto indicando que Castillo había sido víctima de «hostigamiento» político desde que asumió el poder el año pasado y exhortaron al nuevo gobierno de Perú a «abstenerse de revertir la voluntad popular expresada» en las urnas.
El gobierno de Boluarte rechazó de inmediato esa posición y llamó en consulta a sus embajadores en esos países por «la intromisión en los asuntos internos» del país andino.
Gervasi Díaz, precisó que la decisión de expulsar al embajador mexicano se sustenta en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y aseguró que “no existe persecución política en Perú y que impera el Estado de derecho y la separación de poderes”.
La cancillería precisó en un comunicado que la medida fue adoptada por afirmaciones de “especial preocupación” del presidente, Andrés Manuel López Obrador, de los pasados 16 y 19 sobre el estado de emergencia, el orden democrático, el Estado de derecho y legalidad en Perú, además por “la detención del ex presidente Pedro Castillo, la misma que fue realizada en flagrancia conforme a derecho, luego de que anunciara un golpe de Estado”.
Detalló que las expresiones del mandatario “resultan especialmente graves en circunstancias en las que el país enfrenta una situación de violencia incompatible con el ejercicio del legítimo derecho que asiste a toda persona de manifestarse pacíficamente”.
La Secretaria de Relaciones Exteriores señaló en un comunicado: «El gobierno de México toma nota de la comunicación por la que se declara persona non grata al embajador Pablo Monroy Conesa. La Secretaría de Relaciones Exteriores ha instruido al embajador Pablo Monroy Conesa regresar a México con el fin de resguardar su seguridad e integridad física».
La legación mexicana quedará a cargo de la primera secretaria Karla Tatiana Ornelas Loera, actual fefa de Cancillería de la misión, y la representación continuará operando con normalidad tras este movimiento, añadió la SRE.
México tiene una larga tradición de otorgar asilo a diversos políticos y personalidades, entre los más conocidos se encuentran el revolucionario ruso León Trotski y el cineasta español Luis Buñuel; y, más recientemente, fue asilado el ex presidente boliviano Evo Morales.