jueves, noviembre 7, 2024

De tornillos y esas cosas…

Echándose la bolita uno a otro; o haciéndose como el Tío Lolo; cómo se prefiera.  Pero lo cierto,es que es la única conclusión a la que se puede llegar con el asunto de la plagiaria Yasmín Esquivel…

Sobre todo,cuando es público y sabido que las Universidades son las que entregan los títulos y la SEP es la que otorga las cédulas profesionales…

Que el AA de Gobernación le haya reprochado a la UNAM por el asunto de la tesis; era innecesario.  Pero demuestra la animadversión que el Presidente le tiene a la máxima Casa de Estudios donde él cursó…  

A tal grado, que le pidió a la UNAM que ocupe sus responsabilidades; y así mismo, criticó, con toda la razón, que el Rector Enrique Luis Braue no asumiera la obligación de seguir el trámite y poner ante la autoridad correspondiente, la denuncia del plagio…

No porque haya rompimiento entre él y el sufrido esposo de la tramposa.  No, nada de eso.  Es para poner el caso bajo su tráfico de influencias -la bola en su cancha- y que algún juez que aspire a ser magistrado, declare como válido que doña Yasmín estaba en trance cuando captó la tesis.  Que quede claro que no la copió, la captó.  Y la declare más inocente. Algo como la Verdad Histórica o el crimen de Estado versión II -más o menos-…  

Dado que, para que se pueda otorgar una cédula profesional, se requiere tener un título de algo -menos el de plagiaria ¡claro! ese no está contemplado en el plan de estudios-.  Pero, sinceramente, requiere tener una cara muy dura la Ministra Esquivel, para no presentar su renuncia como Magistrada de la SCJN…

Pues no solamente plagió la tesis, lo que habla de su falta de ética; sino que, encima, para apoyar su falsedad, mintió públicamente.  Y como que una persona tramposa y además mentirosa -por decir lo menos- no es precisamente la indicada para juzgar los hechos de los demás.  Ni a ese nivel; ni en ninguno otro…

No obstante, para que la señora Magistrada Esquivel se mantenga ocupada y no sigafastidiando a su marido -debe de ser un fastidio vivir con una persona qué no sabes cuándo está mintiendo-…

Por lo que, desde este modesto espacio, todo el equipo nos hacemos solidarios con José María Rioboo, y le damos la medalla al mérito por su entereza; ya rayana al estoicismo.  Pero, bueno; por si le sirve de consuelo, entérese que no es el único…

El señor Presidente López Obrador anda más o menos por las mismas.  Y no se necesita ser un experto, analista o científico, para darse cuenta que, quien lo acompaña por las noches ya bajo las sábanas, es de dónde nacen las grandes idioteces…

Además; él propio señor Presidente lo ha reconocido.  Bien claro dijo en algún cortometraje mañanero, que ese diablillo que anda por ahí cerca de él, le aconsejó que se reeligiera en la Presidencia hasta el 2030.  Y el único lugar donde puede estar tranquilo, es en su cama…

Y lo aclaro, porque no se vaya a pensar que se hacía referencia a la nueva modelo de Cristian DIOrror; pues cualquiera pensaría que la asesoró en el arreglo la de los martes del Jaguar.  Aunque hay voces que dicen que se vistió así de “llamativa, hechicera, saga, vistosa ¿?” para no desentonar con su marido junto a esos dos grandotes tan planchados…

Pero regresemos con la señora Magistrada Esquivel, y cómo hacer para mantenerla ocupada; por lo que, desde aquí, y dado que la gente debe hacer lo que le gusta, pues es la única forma de ser feliz -nadie puede ser feliz haciendo lo que no le gusta-…

Se propone, pues además ha demostrado sobradas aptitudes para ello, que el señor Presidente, después de someterlo a la votación abierta, la nombre Presidente Nacional de Morena; y al mismo tiempo, nos haga el favor de desaparecer de los reflectores a Mario Delgado, quien ya está más quemado que un cerillo de La Central…

Ya de salida…

Para todos aquellos que opinen que las cosas no han cambiado, solo hay que ver la celeridad con la que se descubrió que el vagón del Metro que se desprendió del resto del convoy, no fue por discrepancias ideológicas, no, nada de eso.  La democracia divide a los pueblos y a las familias, pero no a los vagones del Metro…

Y aunque todavía no se descarta la hipótesis del sabotaje ruso; hasta ahora se puede concluir que el vagón se separó, porque se le cayó un tornillo, que previamente se había aflojado -si no ¿cómo?-.  De la falta de mantenimiento no se dijo absolutamente nada; y del susto, pues menos…

Finalmente, a cualquiera se le puede caer un tornillo, lo malo del caso, es que no se quieran dar cuenta cuando ya está más flojo que un diente de leche a los 9 años; que es lo que nos está pasando a los mexicanos.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.  

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