“Las mujeres, o son mejores, o son peores que los hombres; pero nunca iguales”. Napoleón (1769 – 1821)
Qué se puede decir, cuando se ha sido admirador y amante de todo lo femenino; empezando por La Madre Tierra. Sin embargo, de las mujeres se ha dicho cualquier cosa. Desde que son verdaderos ángeles, hasta que son el puritito demonio; y las dos cosas son ciertas…
No obstante, creo que la mejor definición sobre la mujer, creo que fue la de Ovidio. No el protegido de la Presidencia, sino el autor de “El arte de amar”, Publio Ovidio (43 – 17 ya de ésta Era): “La mujer es un ser que siempre está comprando algo”…
Por mi parte, reconociendo de antemano que del tema no sé absolutamente nada, y que ya he perdido la esperanza de algún día comprenderlas; considero que son Adorablemente insoportables; o, si se prefiere, insoportablemente adorables…
A las mujeres les han hecho poemas y las han perseguido como brujas. Y si atrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer, en contraparte, atrás de un mal hombre, siempre hay una mala mujer…
Las mujeres son en todos sentidos increíbles. Inexplicablemente, en el deporte ganan menos que los hombres, cuando dan más espectáculo, de verdad se entregan. En las peleas de la MMA, el deporte de moda que recuerda el circo romano, que en un principio era solo para hombres, pero en cuanto se abrió el espacio a las mujeres, creció hasta lo que es hoy; porque las damas tienen un valor, una resistencia y una entrega, que ya la quisieran muchos hombres…
El destino de la humanidad está, sin duda, en manos de las mujeres. Las mujeres saben cómo “domar” a las bestias que somos los hombres y manejarnos a su antojo. El ejemplo más claro está en Lisístrata, el personaje central de la comedia de Aristófanes (446 – 386) que detuvo la Guerra del Peloponeso proponiendo la abstinencia sexual…
El problema es que se pongan de acuerdo. Porque todo lo astutas que son, se demerita cuando se enamoran. Se desconectan del mundo y dejan de razonar -si ya de por sí el pensar no es muy su fuerte; y se prueba con la escasez de filósofas. Y las que hay, como que no es muy lo suyo…
Y como además viven enamoradas del amor, ellas andan en sus mundos esperando que las despierten con un beso y sea un príncipe azul quien las vuelva a la vida. Y como tienen la capacidad de enamorarse varias veces, a diferencia de los hombres que, enamorados, enamorados una sola vez. Enamorados arrepentidos, todas las demás…
Y todo esto se trae a cuento, porque vamos a tener la oportunidad de ver un agarrón en serio, cabellera contra cabellera. En una esquina Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la CDMX; y en la otra Sandra Cuevas, Alcaldesa de la Delegación Cuauhtémoc…
En una desigual contienda, donde las adversarias no son del mismo peso -diríase que no hay piso parejo-. Ya se traían desde hace rato. Pero la consentida del Presidente, seguramente por un “pitazo”, mandó cientos de granaderos a tomar por asalto la Delegación -es lo que ahora se acostumbra- con donde encontraron propaganda en contra suya…
Como revire. Por las Redes se dieron a conocer videos y fotografías de paquetes del periódico oficialista “Regeneración”, guardados en La Cámara de Diputados, con la leyenda: “Llamarás a los granaderos? El agarrón promete.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.