jueves, noviembre 7, 2024

Lo que vendría con la gran alianza opositora en Veracruz

+ Sayula, con chivo en cristalería.
+ Morena dividido en Coahuila, pierde.
+ Así de podridos estamos.

Ya lo dice la ley: no fumen… Mejor coman pastelitos o galletas.
—Chopenjawer fan de Bob Marley

Es claro que hasta por supervivencia, no le queda otra al PRI, al PAN y al PRD más que hacer alianza en Veracruz. En una de esas no tarda sumarse también Movimiento Ciudadano y abajo le digo porqué.

Primero un poquito de contexto histórico al estilo cabecita de algodón en la “mañanera”: el PRI quedó muy vapuleado en 2016 y tenía una disputa interna muy fuerte entre la nueva generación de priístas venidos del Fidelato y la vieja clase política que se había instalado desde los tiempos de Rafael Hernández Ochoa. Estas diferencias generacionales aparentemente estaban en paz porque el entonces gobernador Javier Duarte de Ochoa daba a ambos espacios en el poder.

No obstante, Duarte de Ochoa intentaba dejar a un sucesor precisamente de su camada, y ahí nació la disputa principal: quién iba a ser el candidato a la gubernatura de dos años, adecuación electoral que Duarte creó para supuestamente sincronizar las elecciones locales con las federales, aunque se comenta que en realidad fue para acortar el paso de la oposición en caso de que esta llegara y el PRI pudiera recuperar la silla grande en 2018.

Este jaloneo llegó incluso hasta al PRI nacional (nada de encuestas, todo al viejo estilo), que en ese entonces era dirigido por Manlio Fabio Beltrones. El ungido para la candidatura de la gubernatura de dos años fue Héctor Yunes Landa, perteneciente a la vieja guardia del priato veracruzano, cercano a Manlio y además muy cercano a la familia del presidente Enrique Peña Nieto.

No obstante, Yunes Landa tuvo que remar a contracorriente todo el tiempo porque tenía encima la mala imagen del mandatario estatal y su gobierno, que a diario tenía ataques mediáticos por parte del entonces aspirante y candidato Miguel Ángel Yunes Linares, quien llegaría a ser finalmente el gobernador del miniperiodo 2016-2018 (una broma común entre priístas decía que habría que agradecerle a Duarte que se le ocurriera lo de los dos años, porque no iban a aguantar seis al “Choleño”, primo de Héctor).

En ese sentido, Yunes Linares fue quien prácticamente sepultó al PRI en Veracruz, pero al parecer no dimensionó que esos ataques también causarían mella al partido en el país. Lo de Duarte (que se hizo escándalo nacional) se sumó a las campañas en contra de Enrique Peña Nieto y su gobierno con la campaña que el entonces aspirante presidencial Andrés Manuel López Obrador y sus simpatizantes tenían abiertamente en contra del otrora poderoso partido. Todo este conjunto de misiles finalmente terminó por hundir al buque tricolor.

Otro detalle que se sabe sobre las diferencias entre priístas veracruzanos de la vieja y nueva guardia, es que Héctor Yunes cambió la estructura electoral que Duarte ya había construido y que le dio triunfos como el de 2015, donde todavía ganó la mayoría de los distritos electorales en las diputaciones federales. Al tirar esta estructura, la elección para el PRI se complicó todavía más, porque no había margen ni para hacer chanchullos y por primera vez perdió el PRI la gubernatura de Veracruz, ganando Yunes Linares por fin su ansiado sueño, aunque fuese por un ratito.

En 2018 ganó la gubernatura Cuitláhuac García Jiménez y la presidencia Andrés Manuel López Obrador. Morena daría así un golpe contundente en el país y en varios estados, lo que terminó por agravar la crisis de los partidos tradicionales ya muy desacreditados.

Morena, según las encuestas, sigue siendo el favorito para ganar en 2024 tanto en Veracruz como en el país, por lo que al PRI, al PAN y al PRD –como lo mencioné al inicio– no les queda otra más que sumarse para hacer alianza y ya demostraron que unidos pueden causar mella a bastiones lopezobradoristas como la Ciudad de México, donde le arrebataron la mitad de las alcaldías a las huestes de AMLO.

Al tener este bastión debilitado (falta ver si lo logran recuperar en 2024), Veracruz se convierte en una de las joyas más vistosas de la corona: el cuarto estado en padrón electoral con simpatía hacia el proyecto de la 4T y con amplias posibilidades de ganar; el Estado de México está en disputa (aquí ya perdió una vez Morena ante el actual gobernador del PRI, Alfredo del Mazo, aunque podría ganar en 2023) y Jalisco es un estado de los pocos donde no tiene presencia el partido lopezobradorista.

No obstante, tampoco pueden cantar abiertamente victoria en la oposición: en las recientes elecciones de gubernaturas, la alianza PRIANRD ha sido la gran perdedora y Morena ha avanzado, en menos de 6 años, a tener 20 estados gobernados en toda la república. Siendo objetivos, los resultados de la alianza han sido malos y falta ver cómo les va en Coahuila y Edomex.

En el caso particular de Veracruz, se decía que el PRI, PAN y PRD nuevamente se la jugarán en alianza y se nota que hay muy buena relación entre los líderes, pues en la reciente comida de cumpleaños del dirigente tricolor Marlon Ramírez Marín, acudieron hasta panistas y perredistas, además de viejos y nuevos priístas (incluso algunos que habían firmado un desplegado reciente contra el dirigente nacional “Alito”). Fue una convocatoria bastante simbólica del diputado local pese a los tiempos débiles de los partidos opositores.

Quizás solamente faltó Movimiento Ciudadano en hacer acto de presencia, pero ese siempre ha sido el juego de ellos: el de aparentar que se la rifan solos hasta en las elecciones.

Pero en el caso de MC la situación cambiaría en territorio jarocho: hasta el último minuto levantarían la mano de algún aspirante del PRIANRD, como ocurrió en las elecciones de 2018, cuando Dante Delgado –el propietario del partido naranja– finalmente se decidió en apoyar a Miguel Ángel Yunes Márquez a la gubernatura. Lo anterior fue harto criticado entre la clase política porque se decía que Dante estaba mostrando amor al hijo de su carcelero, Miguel Ángel Yunes Linares, quien lo detuvo y encerró en 1994 por presunto peculado.

De todos los cuadros visibles de Movimiento Ciudadano en Veracruz no se ve ni uno fuerte. Dante Delgado, curiosamente, como que no quiere lanzarse al ruedo de la elección de 2024 por una simple razón: sabe que no le van a dar los números y no piensa exponerse al ridículo, sobre todo con el carácter iracundo que tiene. Ya tampoco es un chavito.

Con todo este escenario, es muy probable que en Veracruz sí haya una gran alianza entre MC y PRIANRD, por el especial interés que tiene Dante por Veracruz (estado que ya gobernó y le dio las mieles del poder que todavía disfruta) y la cercanía que tienen sus jovencitos operadores con los panistas, especialmente del grupo del exgobernador Yunes Linares.

¿Y quiénes irían por esta gran alianza y quiénes estarían descartados?

Recientemente se ha comentado que el senador Julen Rementería (PAN) ya no estaría con las ganas ni el ánimo de encabezar la gran alianza, sencillamente porque no le alcanzan los números. Julen pese a tener mucha presencia en medios, sencillamente en el estado no se le ve gran presencia fuera de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.

Se habla de que Pepe Yunes sería nuevamente el candidato a la gubernatura por esta gran alianza, pero habrá qué esperar qué decide su señor padre allá en su quinta en Perote. De los priístas, es el que tiene mejorcitos números como aspirante.

Quien también parece ya encartarse seriamente es Héctor Yunes Landa, por la conocida relación de amistad que tiene con Dante Delgado y podría ser la propuesta de MC para ser el candidato de la gran alianza. Tendría otra vez campaña con hartos recursos y reflectores.

La actual alcaldesa de Veracruz, Patricia Lobeira de Yunes, es también candidata natural para encabezar la gran alianza, aunque tiene en contra el rechazo que existe al grupo de los Yunes que existe tanto fuera como dentro del PAN, especialmente ahora que se dice que ya no quieren problemas con Morena y no quieren pleito ni con Andrés Manuel López Obrador ni con Cuitláhuac. Sin embargo, debe destacarse que es la aspirante más “limpia” de toda la oposición.

No es que uno sea misógino: hay muy buenas actrices políticas también en el panorama como la senadora Indira Rosales, las diputadas Anilú Ingram, Arianna Ángeles, la diputada federal Maryjose Gamboa, entre otras que escapan a la memoria, pero en las encuestas no aparecen mencionadas o tienen números muy bajos… aunque en política todo puede pasar.

NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI: La verdad está muy enrarecido el ambiente en Sayula de Alemán, pero todo se resolvería con la detención del líder mafioso que está detrás de las movilizaciones y anda como chivo en cristalería. Ahí se cortarían de tajo varios problemas de violencia, inseguridad e ingobernabilidad en el sur de Veracruz. Es cosa de tener voluntad y mostrar los «eggs», como se hacía antes.

OTRA NOTA: Morena dividido en Coahuila pierde y pareciera que es para ayudar a los Moreira y al PRI a seguir manteniendo el poder en ese estado. La neta está bien extraño ese asunto.

LA ÚLTIMA PORQUE NO TERMINÉ «THE LAST OF US»: Un niño matando a otro con una pistola porque le ganaron en las “maquinitas”. A ese nivel se ha llegado en una sociedad que venera el sicarismo, donde un futbolista hace una fiesta vanagloriando a la “chapiza”, donde cualquier baboso se cree “narco-matón”, donde se rinde culto a la muerte, donde los niños juegan a hacer retenes… Así de podridos estamos.

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