Este viernes 20 de enero, diferentes colectivos convocaron a la marcha «Movilidad Sin Miedo» para expresar el rechazo a la presencia de más de 6 mil elementos de la Guardia Nacional en las estaciones del Metro de la Ciudad de México.
A través de redes sociales, se difundió la publicación para participar en la movilización que inició a 16:00 horas, en el Ángel de la Independencia para marchar hasta el Zócalo capitalino.
Por su parte, la Red Feminista Antimilitarista indicó que la presencia de agentes de la Guardia Nacional en el transporte público «se suma a la lista de acciones que el Gobierno federal ha llevado a cabo para mantener a las Fuerzas Armadas como el principal soporte de la seguridad pública en el país.
La organización señaló que la decisión es contraria a lo establecido en los estándares internacionales de derechos humanos, como lo señala la sentencia del caso Alvarado Espinoza y otros Vs. México, en la cual la Corte Interamericana de Derechos Humanos determinó que “el mantenimiento del orden público interno y la seguridad ciudadana deben estar primariamente reservados a los cuerpos policiales civiles” y que la participación de las fuerzas armadas en estas tareas debe ser excepcional, temporal, restringida, subordinada y complementaria a las labores de las corporaciones civiles, así como regulada mediante mecanismos legales y fiscalizada por órganos civiles independientes.
A través de un comunicado, mencionó que hasta el momento no se han ofrecido evidencias que sustenten la idea de que las problemáticas actuales del Metro se deriven de actos intencionados, tampoco de por qué la Guardia Nacional sería la institución adecuada para hacer frente a tales eventos.
«La narrativa señala a un enemigo invisible que crea incertidumbre y miedo; el papel de las instituciones es brindar certeza y seguridad, no trabajar bajo suposiciones sin sustento», dijo.
Argumentó que, a pesar de la presencia de la Guardia Nacional, los incidentes en el Metro continúan. Ejemplo de ello son la separación de dos vagones de la línea 7 y la explosión con humo que se registró en la estación Bellas Artes. En ambos casos, la presencia de estos elementos de vigilancia no representó ninguna mejora para la seguridad de las personas usuarias, por lo cual cuestionamos una vez más la pertinencia de tenerles en esta red de transporte.