El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, acusó este lunes al gobierno de Perú de ser “autoritario y represor” después de que la mandataria de aquel país, Dina Boluarte, retiró a su embajador de México por la “injerencia” del gobernante mexicano.
“Nosotros no aceptamos toda la farsa que ha significado la destitución del presidente Pedro Castillo, porque no se respetó la libertad del pueblo del Perú, se pisoteó la democracia y se cometió una gran injusticia al destituirlo y encarcelarlo, y luego al establecer de facto un gobierno autoritario y represor”, expresó López Obrador en su conferencia matutina.
Sus declaraciones se producen después de que Boluarte retiró el fin de semana a su embajador en México, Manuel Gerardo Talavera, porque “el señor López ha decidido apoyar el golpe de Estado que diera el ahora expresidente Pedro Castillo el 7 de diciembre de 2022″.
López Obrador “ha decidido afectar gravemente las relaciones de respeto mutuo, amistad, cooperación y voluntad de integración que históricamente ha unido al Perú y México“, denunció Boluarte en un mensaje.
Sin embargo, el mandatario mexicano, quien prometió seguir defendiendo a Castillo tras reunirse la semana pasada con la esposa del exmandatario peruano, Lilia Paredes, avisó que no se quedará callado.
“Una oligarquía en el Perú, nacional pero sobre todo extranjera, está saqueando los bienes naturales del Perú, el gas, los recursos mineros, y necesitan tener un títere, un pelele, un gobernante a modo”, aseveró.
López Obrador comparó la situación actual en Perú con lo que ocurrió durante el “periodo neoliberal“, los 36 años anteriores a su gobierno, cuando hubo reformas que beneficiaron a la inversión privada.
“Es algo parecido lo que está sucediendo en el Perú, entonces molesta, indigna, es una gran injusticia, no se puede quedar uno callado y lo vamos a seguir haciendo (hablando)”, sentenció.
El mandatario, quien se niega a entregarle la presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico al actual gobierno de Perú, cuestionó lo que él percibe como “silencio” de las organizaciones internacionales ante la crisis del país andino.
“La prensa mundial, los periódicos más famosos del mundo, la OEA (Organización de Estados Americanos) en el caso de América, la ONU, las organizaciones de derechos humanos, nadie habla de esa gran injusticia”, mencionó.