martes, noviembre 5, 2024

Tenía que ser…

Entretenidos con el Tren Maya que, dicho sea de paso, no ha suspendido sus obras, pese a que hay amparos que así lo decretaron, no se le pone atención al otro tren, al Transoceánico o Transístmico, que correrá de Coatzacoalcos, Veracruz, a Salina Cruz, Oaxaca, a lo largo de 310 kilómetros….

Que también atraviesa por serios problemas en su trayecto, desde amparos por el daño al ecosistema, hasta robos para evitar su antidemocrática construcción que, finalmente, si se termina, México será partido en dos…

Así como lo soñó ese controvertido personaje al que el Presidente López Obrador tanto admira -ya sabemos qué clase de gente es a la que admira- pero como su admirado no lo pudo cumplir; toda vez que el Senado norteamericano rechazó la propuesta -¿Cómo estaría que hasta ellos la rechazaron?-…

Pues ahí está el tabasqueño para partir en dos a la Patria; pues ya sabemos quiénes son los que están adquiriendo los terrenos para sus desarrollos a través de todo el corredor.  Y la mayoría son extranjeros…

Por supuesto que se hace referencia al ex Presidente Benito Pablo Juárez García (1806 – 1872) sin dejar de mencionar, que quien lo nombró “Benemérito de las Américas” fue el Congreso de la República Dominicana…

Aunque ya sabemos que esos títulos honoríficos con los que sueñan los que quisieran tener la sangre azul, se entregan, no al real mérito, sino a conveniencia.  Al Mahatma (1869 – 1948) nunca le dieron el Nobel de la Paz, a pesar de haber sido nominado no sé cuántas veces.  Pero se lo dieron a Obama y a otros igual de ensangrentados que él…

Y más cerquita, el Águila Azteca, con todo y collar, se la acaba de entregar el Presidente a Miguel Díaz Canel.  Digo; por si hiciera falta más información sobre la conveniencia política de las condecoraciones y los premios, se agrega…

Que la Licenciada en Derechos Humanos de origen ucraniano, Oleksandra Matviichuk, fue quien recibió el Premio Nobel de la Paz del año pasado.  Qué coincidencia; ciudadana ucraniana.  Pero regresemos con el “Benemérito”…

Cualquiera de mis tres amables lectores que se atreva a leer el de Tratado McLane-Ocampo, sin duda, se preguntará: ¿cómo es posible? que, a este individuo, que a no ser porque la “bendita” angina de pecho se lo llevó al otro mundo, se le considere un héroe; porque todavía estaría sentado en la Presidencia…

Pues era partidario de la reelección que él mismo llevó a cabo; y a la que se opuso el entonces joven General Porfirio Díaz Mori (1830 – 1915) con el Plan de La Noria, elaborado por el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México,que así se revelaba en contra del Gobierno, esgrimiendo la ¡No Reelección!  -Qué cosas-…

Tal vez por eso, por lo de las reelecciones, es que don Benito le gusta tanto a López Obrador.  Quien, por cierto, no tiene ni idea de qué se trata el principio de la no intervención…

Pues a fuerza de duro dale en contra de la Presidente de Perú, Dina Boluarte, a quien insolentemente ha llamado “espuria”, ya logró que las relaciones se tensaran entre estas dos naciones y consecuentemente retiraran a su Embajador.  ¡Ay don Manuelito! Así, con esos arranques, a dónde vamos a llegar.

Cambiando de tema…

Todo indica, para muina de quienes se han ido con el cuento de que Rusia va perdiendo la guerra, que al parecer las cosas no les están saliendo bien a los promotores de la guerra; ya que tanto el Reino Unido, Francia y, Alemania -donde miles de personas han salido a las calles para protestar por el envío de armas a Ucrania- buscan que Zelensky inicie las conversaciones de paz; incluso si Putin sigue ocupando territorio de Ucrania.  Hecho que habla por sí solo.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.

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