Mucha gente hizo mofa porque Patricia Mercado lloró la salida de Edmundo Jacobo del INE, el Porfirio Díaz de la democracia. Sin embargo, cabe decir que el dúo dinámico de Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, casi casi se pusieron al nivel de Chachita llorando la muerte de El Camellito que “No era jorobado, lo que pasa es que tenía el corazón muy grande”. Mi Tatankita Córdova estaba más alterado que cuando le preguntaron por García Luna Productions y le temblaron las patitas. Así, con el puño en alto, prometió que Edmundo Jacobo como Robocop, regresaría a acabar con el Plan B.
A la lucha se les unen los opininócratas que sostienen que el INE no se toca (gente como la dotora Dresser que hace poco decía que Lorenzo Córdova era un peligro para esta democracia que era insultantemente costosa) y espetan con no poco dramatismo telenovelero, que sin esta noble institución la humanidad se iría al infierno. Triste, ojeroso, cansado y sin ilusiones, el pesar de Córdova Vianello solo puede compararse con el de Carlos Loret cuando, sin ningún éxito, trataba de que Samuel García declarara que AMLO odia a los neoleoneses y al cabrito, y que trató de empantanar las negociaciones con Elon Musk. Mi Sammy casi le responde que se la estaba bañando, que gracias a López Obrador y Marcelo Ebrard la operación había sido todo un éxito.
Mientras tanto en la Baticueva, Ciro Murayama trata de explicar visiblemente enojado, que los grandes sueldos del INE son un mito genial y que el mentado finiquito es una bicoca. Seguro ganan lo mismo que cualquier empleado del INE por quienes los consejeros no han parado de sufrir en su propaganda. Hasta pensé que la burocracia dorada iba a donarle un cachito de sus pobres emolumentos a la parte más baja del escalafón, para ser populares entre la tropa y no solo en el PRIANChu y la Coparmex.
Por supuesto Lorenzo & Cirito no tuvieron que caer tan bajo, pues recibieron el apoyo solidario de su carnal Alito Moreno, Mr. Democracy, con el que al estilo Pinky y Cerebro, buscan conquistar el mundo. Acompañado por Movimiento Ciudadano de Dante Delgado (el Fidel Velázquez del partido), que fueron a la Tremenda Corte a pedirle a la sacrosanta ministra Piña que le dé el mismo trato igualitario al INE contra el Plan B, que el que le dio a Chayito Robles.
Ahí viene también el apoyo del fakeminismo prianchuchista que cada 8 de marzo esconde sus pasiones yunquistas y voxistas, ¡qué bonito es lo bonito!
jairo.calixto@milenio.com