Cuarenta y ocho horas después de la reunión entre congresistas de los Estados Unidos y López Obrador, que tuvo lugar en Palacio Nacional el sábado pasado, el gobierno federal informó que el Banco del Bienestar, creado por el Presidente en 2019, dejará de recibir remesas de dólares enviadas por migrantes mexicanos que trabajan en el territorio estadounidense, a pesar del millonario negocio que representó el año pasado 1 billón de dólares, y dijo que su salida de ese jugoso mercado tiene que ver con concentrarse en la dispersión de los programas sociales de la administración federal.
En un comunicado, el Banco del Bienestar señaló que «el banco de los mexicanos informa que no está recibiendo remesas de ningún banco o remesadora o integradora», con lo que desmintió a la financiera estadounidense Wells Fargo, que anunció que cancelaría la recepción de envíos monetarios a través del banco gubernamental a partir del 21 de abril. «Es falso que Wells Fargo haya decidido dejar de operar su servicio a través de esta institución, ya que fue una decisión tomada por el propio Banco del Bienestar, para evitar la duplicidad de funciones con la Financiera del Bienestar», afirmó el banco social del lopezobradorismo, al señalar que desde el 28 de febrero dejó de recibir remesas de los migrantes mexicanos en EU a través de cualquier institución, por un decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación que convirtió a Telecom en la Financiera para el Bienestar.
Sin embargo, la decisión tomada por el Banco del Bienestar, que coincide con el encuentro con los congresistas estadounidenses del domingo pasado en Palacio Nacional, también ocurre en medio de rumores y versiones periodísticas que llegan desde Washington y que hablan de una investigación abierta por el gobierno de Washington en contra del banco gubernamental mexicano por un presunto lavado de dinero a través de sus servicios de recepción de remesas y transferencias al extranjero.
Una investigación periodística del Sol de México documentó en noviembre de 2021 que en municipios de Sinaloa, catalogados como de baja incidencia migratoria, se incrementaron los envíos y cobros de remesas desde Estados Unidos, y que en lo que se identificó como un «modus operandi», decenas de jóvenes, algunos con radios de frecuencia, hacían fila afuera de las sucursales del Banco del Bienestar en comunidades como Costa Rica, Culiacán, para cobrar los envíos en dólares, mientras adentro de la sucursal del banco gubernamental esperaban hombres que recolectaban el dinero cobrado por esos jóvenes en las cajas. Todo eso a pesar de que Culiacán es considerado por el Conapo como un municipio de «baja intensidad migratoria» y aun así entre 2020 y 2021 recibió 580 millones de dólares en remesas, todo en medio de la pandemia y la crisis que generó en la economía mundial.
Ha sido tal el crecimiento de las remesas enviadas desde Estados Unidos a través del Banco del Bienestar, que en los últimos años el banco lopezobradorista incluso recibió más dinero en remesas que Western Unión y Wells Fargo (con el que trabaja asociado), dos empresas estadounidenses que llevan décadas transfiriendo dinero de los migrantes mexicanos a los bancos nacionales. Se calcula que a través del Banco del Bienestar llegó el doble de envíos en dólares que a través de las dos empresas estadounidenses en los últimos años.
Sin embargo, fuentes estadounidenses afirman que las investigaciones abiertas en contra del Banco del Bienestar, no sólo tienen que ver con un incremento notable en los envíos de dinero a través de remesas que recibe esa institución de gobierno, sino también incluye el rastreo de diversas transferencias realizadas desde el citado banco oficial mexicano a países como Cuba, Nicaragua y Venezuela, que fueron realizadas utilizando un sistema distinto al SPEI que es el que maneja el Banco de México, y se realizaron a través de un mecanismo de transferencias monetarias creado por el gobierno de Rusia, luego de que Europa y Estados Unidos bloquearan y aislaran a su sistema financiero como parte de las sanciones aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU, tras la invasión a Ucrania.
Toda esa información, que estaría en poder de las autoridades estadounidenses, habría sido proporcionada por un alto funcionario del Banco del Bienestar que estaría entregando pruebas y datos al vecino país, a cambio de buscar un trato como testigo protegido, en una eventual acusación de lavado de dinero en contra del banco gubernamental mexicano. Según fuentes de la cancillería mexicana, el tema de la investigación abierta en contra del citado banco, habría aflorado dentro de la reunión que sostuvo el presidente López Obrador el pasado domingo en Palacio Nacional con un grupo de 12 congresistas de los Estados Unidos, quienes le habrían informado al gobierno de México de esas investigaciones, y a partir de eso se habría decidido sacar a la institución del millonario mercado de las remesas.
El presidente López Obrador ha presumido en varias ocasiones los récords históricos en la captación de remesas enviadas por los migrantes mexicanos en Estados Unidos, como si se tratara de un logro de su gobierno. El pasado mes de febrero presumió un récord histórico de 58 mil 497 mdd en 2022, un crecimiento de 13% respecto al año anterior. Incluso, en septiembre de 2021, desde la conferencia mañanera, el titular de Profeco, Ricardo Sheffield, invitó a migrantes mexicanos a realizar sus envíos de dólares a través del Banco del Bienestar. «Paisanos, si escogen bien, les va a rendir, una muy buena opción es el Banco del Bienestar», dijo el funcionario frente al Presidente.
El pasado mes de noviembre, la organización civil mexicana Signos Vitales, dijo en su «Diagnóstico de México: obscuras perspectivas» que había indicios de un «posible lavado de dinero» a través del envío de remesas a México, pues según el organismo, la propia Secretaría de Hacienda y el Banco de México documentaban que, con apenas tres años de existencia, el Banco del Bienestar ya manejaba un promedio de dinero superior al monto promedio de operaciones. «Al cierre del primer semestre de 2022, dicha institución financiera ya maneja un volumen considerable de remesas (682 millones de dólares, 2.5% del total) y operaciones (1.1 millones de remesas) a pesar del poco tiempo que lleva en el mercado (tres años). Por si fuera poco, a junio de 2022, el monto promedio por remesa operado por el Banco del Bienestar se ubicó en 624.6 dólares, 61.7% superior al monto promedio nacional (386.3 dólares por operación) al cierre del mismo mes», señalaba esa organización en su informe.
¿Será que el Banco del Bienestar no sólo vela por el bienestar de los beneficiarios de programas sociales, sino también por el de las organizaciones criminales que buscan lavar sus dólares a través de las remesas enviadas desde los Estados Unidos?