La OCDE ha revisado al alza en dos décimas, hasta el 1.8 por ciento, su previsión de crecimiento económico de México para 2023, respecto a noviembre, y ha mantenido sin cambios la de 2024 en el 2.1 por ciento.
En su informe intermedio de Perspectivas publicado este viernes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) considera que México va a experimentar una ralentización este año y el próximo con respecto a 2022, cuando su producto interno bruto (PIB) subió un 3 por ciento.
Es la misma tendencia que en la práctica totalidad de los otros países del G20 que aparecen en el informe (con la única excepción de China), donde de media se espera que se pase de un incremento del PIB del 3.1 por ciento el pasado año al 2.6 por ciento en 2023 y al 2.9 por ciento en 2024.
Los autores del informe anticipan, siguiendo también la tendencia general, una reducción de la inflación en México, que debería pasar del 7.9 por ciento en 2022 al 5.9 por ciento en 2023 y al 3.4 por ciento en 2024.
La OCDE ha mejorado sus previsiones de crecimiento para las grandes economías mundiales respecto a lo que anticipaba en noviembre para este año y el próximo, pero en términos históricos siguen siendo endebles, y poner coto a la inflación con más subidas de tipos sigue siendo una de las grandes prioridades.
El organismo señala que desde comienzos de año han aparecido más signos positivos, como la reducción de los precios de las materias primas o la reapertura de China después de tres largos años de restricciones por la covid.
Después de un 3.2 por ciento en 2022, este año calcula que la economía mundial crecerá un 2.6 por ciento, cuatro décimas más de lo que estimaba en noviembre, y el año próximo un 2,9 por ciento, dos décimas más.
Son tasas de progresión que, sin embargo, están por debajo de la tendencia de las últimas décadas y que ponen en evidencia que el mundo va a seguir arrastrando las rémoras que se hicieron manifiestas el pasado ejercicio, sobre todo, la inflación.