La 4T ha acordado la nacionalización de 13 plantas de energía de Iberdrola en México como parte de una megacompra por parte del gobierno. El presidente Andrés Manuel López Obrador ha anunciado que la decisión fue tomada en virtud de la seguridad energética del país y la protección de los recursos naturales.
La compra de las plantas de energía, que se espera que cueste alrededor de 5 mil millones de dólares, permitirá al gobierno tener un mayor control sobre la producción de energía y reducir la dependencia de las empresas privadas extranjeras en el sector.
Esta medida ha generado diversas opiniones en el país, mientras algunos ven con buenos ojos la decisión tomada por el gobierno, otros critican la forma en que se está llevando a cabo la nacionalización y argumentan que podría afectar la economía del país.
El presidente López Obrador ha defendido la medida diciendo que la seguridad energética es un asunto de importancia nacional y que la nacionalización de las plantas de energía ayudará a garantizar un suministro estable de energía a precios justos para el pueblo mexicano.
El acuerdo de la megacompra de Iberdrola se produce después de que el gobierno mexicano haya criticado las políticas energéticas del gobierno anterior, que favorecieron a las empresas privadas extranjeras en el sector energético.