Agencias/Sociedad 3.0
En todo el estado de Veracruz se está repitiendo un fenómeno que muestra lo podrida y corrupta que es la policía estatal: todas las noches asaltan a las personas que tienen la desgracia de cruzarse en su camino, alegando cualquier clase de circunstancias.
Estos actos delincuenciales los cometen los policías con la protección del subsecretario de Operaciones, Rafael Ángel González Uscanga, que es quien tiene a su cargo lo operativo de la policía estatal, la tolerancia del secretario de Seguridad Pública en la entidad, Cuauhtémoc Zúñiga Bonilla y la complacencia del gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
Ni el gobernador ni el titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) pueden alegar desconocimiento de la situación, porque a Cuitláhuac García se lo han expuesto hasta alcaldes de su mismo partido, así como otras personas, mientras que a Cuauhtémoc Zúñiga se lo han planteado en diversas reuniones que ha tenido con diferentes sectores sociales.
Eso, además de que les han mostrado que los policías estatales protegen a la delincuencia organizada, porque aún cuando saben quienes son los que hacen los cobros de “piso” o de “protección”, nada hacen para detenerlos y mucho menos para acabar con las bandas que realizan estos delitos.
Los atracos se producen tanto en las grandes ciudades de la entidad, como en las ciudades medias y pequeñas, y hasta en poblaciones menores.
No hay punto de la entidad que se salve de éste terrible atraco criminal que realiza la policía estatal.
Se esperaba que éste fenómeno fuese eliminado o por lo menos que disminuyese con la llegada del nuevo titular de Seguridad Pública en la entidad, Cuauhtémoc Zúñiga Bonilla, por su condición de ser parte de la Armada de México, pero esto no ocurrió e incluso podría ser que hasta haya aumentado.
La policía estatal está a cargo de Rafael Ángel González Uscanga, quien con el grado de capitán de navio, también es parte de la Armada de México.
Esto muestra, que al menos en Veracruz, la presencia de militares en las fuerzas armadas no le da seguridad a la población y que el titular de la dependencia, Cuauhtémoc Zúñiga, además de que conoce de estos atracos, está de acuerdo en los mismos y obtiene prebendas de estos.
Elementos de la policía estatal inconformes con esta situación, tanto por el daño que se le hace a la población, como por la afectación a la imagen de la corporación policíaca, mencionaron que algunos de esos asaltantes incluso vienen desde la época de Arturo Bermúdez o fueron reincorporados en este gobierno a la llegada del anterior titular de la dependencia, el regiomontano Hugo Gutiérrez Maldonado, y en lugar de ser removidos, se les mantuvo en sus posiciones con el ahora secretario Cuauhtémoc Zúñiga.
Su modus operandi es el mismo en todo el estado.
Se ubican en las cercanías de centros de diversión nocturnos, a la espera de personas que salgan de los mismos en sus vehículos, para detenerlos más adelante y acusarlos de llevar aliento alcohólico, aunque carecen de atribuciones para hacer esa detenciones y por lo mismo no tienen dispositivos de alcoholímetro.
Su señalamiento de aliento alcohólico es sólo porque así lo dicen.
Después de eso le empiezan a “armar” un panorama lo más negro posible al desgraciado o desgraciada que tuvo la mala fortuna de caer en sus manos, para que la persona se asuste y les de las cantidades de dinero que pidan.
Estos montos llegan a ser de decenas de miles de pesos.
En estos atracos hay personas a las que secuestran, y las mantienen incomunicadas hasta que les entreguen las cantidades que les exigen o que sus familiares “paguen” el rescate.
De hecho se menciona que ha habido personas desaparecidas después de haber sido detenidas por la policía estatal, al igual que vehículos.
Tan sólo en el cuartel de San José, en Xalapa, han aparecido varios hombres muertos en el interior e incluso se dio el caso de un hombre que se murió a bordo de una patrulla policíaca.
Incluso existe una versión de que en Córdoba, el comandante de la policía estatal en esa ciudad, se peleó con el abogado que está a cargo en esa zona, llegando hasta los golpes, porque le quitaron 70 mil pesos a una persona y uno de ellos le dijo al otro que sólo eran 50 mil pesos los entregados.
También hubo una pelea a golpes por el botín de los atracos (porque es un botín, al ser producto de un acto ilegal) en Ciudad Mendoza.
El monto mínimo que piden es de 300 pesos, por “la multa”, hasta por “faltas al bando de policía y buen gobierno”, el cual no pueden aplicar porque es una atribución de la autoridad municipal, o por cualquier otro pretexto.
Este dinero, del cual debería de llevarse un registro puntual, sin embargo no aparece en la contabilidad de la policía estatal y de la Secretaría de Seguridad Pública, lo que muestra que en los actos de corrupción también está involucrado Ulises Rodríguez Landa, jefe de la Unidad Administrativa de la SSP, quien es parte del grupo del subsecretario de Finanzas, Eleazar Guerrero Pérez, primo de Cuitláhuac García.
A esto le suman que los vehículos que detienen se los llevan a un corralón particular, jalados por una grúa particular, cuyas empresas cobran las cantidades que se les antoja.
Estás empresas llegan a pedir hasta 18 mil pesos por liberar un vehículo, de acuerdo con sus criterios propios, pues no existe ningún reglamento que regule su actividad.
En estos casos ha habido incluso señalamientos de que hay vehículos que no pueden arrancar cuando los entregan, porque les hacen falta piezas y los grueros sólo dicen que “así estaban” cuando los recogieron.
Los policías no involucrados en estos enjuagues apuntan que cada empresa le entrega una iguala a los responsables de cada zona y que estos reparten sus cuotas a sus superiores, hasta llegar al secretario de Seguridad Pública.
Una de las empresas involucradas en este negocio del arrastre de vehículos es Grúas Méndez, a la cual identifican como propiedad de Erick Lagos.
Presumen que en las empresas de grúas igualmente están involucrados el secretario de Gobierno, Eric Cisneros, así como el presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados local, Juan Javier Gómez Cazarín, porque después de que emprendió una campaña anunciando que iba a proponer legislación para regular a las empresas grueras que operan con la SSP, dejo todo como está.
Igualmente se sospecha que Eric Cisneros y Eleazar Guerrero son propietarios de empresas de grúas para estos levantamientos o por lo menos que están coludidos con algunas de las mismas.
Los atracos también se dan contra motociclistas, alegando a veces que no traen casco protector o que carecen de placas.
El levantamiento de las motocicletas, que en algunos casos es instrumento de trabajo, lo hace la SSP igualmente de forma indiscriminada.
Este tipo de atracos que los policías estatales hace cada día, en todo el estado, dejan millones de pesos diarios y sus latrocinios son conocidos hasta por el gobernador Cuitláhuac García, el cual nada hace por detenerlos.
Esto es una de las causas del porque en Veracruz la seguridad pública sigue siendo muy deficiente.
Ciudadanos de Veracruz por la Seguridad y Contra la Corrupción