Con la suspensión de la entrada en vigor del llamado “Plan B”, las relaciones entre los poderes Ejecutivo y Judicial se han puesto difíciles, por iniciativa del inquilino del Palacio Nacional, indebidamente y sin razón lógica alguna.
La decisión ahora de declarar fundada la controversia constitucional que el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI), promovió en contra del llamado “decretazo” que Andrés Manuel López Obrador mandó publicar el 22 de noviembre del año 2021, por parte del ministro Juan Luis González Alcántara, por razones obvias las tensará más, lo que no debe ser.
Como se sabe, el “decretazo” consiste en blindar las obras de infraestructura del Gobierno Federal, dentro del régimen de seguridad nacional, lo que es inconstitucional, además de poner al Ejecutivo Federal por encima de la ley. Ya que se evaden diversas normas que tienen como función proteger los derechos humanos, el medio ambiente, la transparencia, el acceso a la información pública y la lucha contra la corrupción.
Se puede considerar que el citado “decretazo” fue hecho con dedicatoria directa para proteger las obras emblemáticas de la mal llamada cuarta transformación, como son: el Tren Maya, la Refinería Olmeca y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
Las que debido a su mala planeación han tenido muchos problemas en cuanto al tiempo de su construcción y terminación, así como principalmente a la forma en que se han disparado sus costos. Tema en el que menos, este se ha elevado en un 100 %, siendo que en Dos Bocas ya se rebaso este porcentaje notablemente.
Por lo que toca a los gastos en las obras, este ha sido desde siempre uno de los que más ha importado ocultar a Andrés Manuel López Obrador, sirviendo de ejemplo la forma en que cuando fue Jefe de Gobierno de la capital del país, el costo de los famosos segundos pisos construidos en el anillo periférico, que por cierto se inundaban desde su inauguración, fue reservado por su administración por 20 años.
Como puede apreciarse la no claridad en los recursos aplicados en las obras, el estar en contra de los organismos autónomos principalmente si estaban dedicados a la transparencia de los recursos de la administración pública, son acciones preferidas desde siempre por Andrés Manuel López Obrador. Ejemplos hay, como cuando trató de evitar la instalación del Instituto de Acceso a la Información de la Capital del país, no autorizando su presupuesto y en la actualidad, evitando el funcionamiento del INAI, para que todo siga en la opacidad. Al conocer este tipo de “debilidades” de Andrés Manuel López Obrador, se puede dimensionar la importancia de la acción del ministro Juan Luis González Alcántara en favor de la transparencia y las reacciones que provocará. Esperemos por el bien del país, que sean reacciones inteligentes. Hasta el viernes. Noti-sigloxxi@hotmail.com