Uno de los términos que utiliza con mayor frecuencia el presidente Andrés Manuel López Obrador, en tono despectivo, es “neoliberal”. Para él, quienes caen en esta tesitura representan lo peor de la raza humana; son la quintaesencia de la maldad y el fruto de todas nuestras penas como nación. Cualquier cosa que esté mal en el país se debe a los neoliberales.
Son el diablo hecho ideología.
Pienso entonces que si los neoliberales son tan execrables, sus contrarios tendrían que ser lo opuesto: buenos, rectos, propiciadores de todos los bienes posibles para os mexicanos y, en extensión, a toda la raza humana.
Deben ser, imagino, los neoconservadores.
Y el Presidente de la República, el Paladín de la Cuarta Transformación auto-adjudicada, el Patriarca que nunca se equivoca, el “juez, protector, “providente y salvador de la humanidad”, seguramente es un gran neoconservador, el mejor de todos. Debe ser el más perfecto neoconservador, vamos.
Y como yo estaba en plan de querer saberlo todo, me puse pues a indagar sobre los dos conceptos. Encontré lo siguiente:
“En general, los términos ‘neoliberal’ y ‘neoconservador’ se refieren a corrientes políticas y económicas diferentes, aunque a veces se utilizan indistintamente.
“El neoliberalismo se centra en la liberalización del mercado, la reducción del papel del Estado en la economía y la promoción de la iniciativa privada y el libre comercio. Los neoliberales suelen defender políticas económicas que favorezcan la desregulación de los mercados, la reducción de los impuestos y la privatización de empresas y servicios públicos.
“Por otro lado, el neoconservadurismo se enfoca en la promoción de los valores tradicionales, la defensa de la seguridad nacional y el uso de la fuerza militar para lograr los objetivos políticos. Los neoconservadores suelen defender políticas que promuevan la intervención militar en conflictos internacionales, la protección de los valores culturales y la defensa de los intereses nacionales.
“En resumen, aunque ambos términos refieren a ideas y corrientes políticas diferentes, no son mutuamente excluyentes ni necesariamente opuestos, ya que algunos políticos y pensadores pueden compartir ideas y conceptos tanto del neoliberalismo como del neoconservadurismo.”
Pienso en AMLO y veo que le cuadra bien lo de “promoción de los valores tradicionales”, “uso de la fuerza militar para lograr los objetivos políticos”, “defensa de los intereses nacionales”.
O sea que el país vive un enfrentamiento entre chairos y fifís, entre honestos y corruptos, entre izquierdistas y derechistas…
…entre neoconservadores y neoliberales.
¡Ah!