Política Cero
Jairo Calixto Albarrán
Fiel a su costumbre, el distinguido expresichente Vox, desde que lo asociaron en la Mañanera con negociaciones turbias entre él y mi licenciado Peña para el negocio de la mariguana, salió a gritar en el Twitter que eso no era veldá que -así como nunca conoció la parte siniestra de García Luna Productions- que él no sabe ni qué es la mota, que ni la conoce y que ni la volvería a probar. Ahora resulta que no sabe diferenciar a los cocos de las Bachas y que jamás ha experimentado una pálida sombra. Algo medio ridículo porque Chente se la ha pasado exaltando las virtudes de la regañona, mientras desprestigiaba las luchas por su legalización.
Es muy común entre los prianchuchistas negarlo obvio. Así negaron a don Genaro cuando casi querían que don Genaro les hiciera un hijo, como hizo Calderón con su compadrito del alma; ahora con Iberdrola hacen lo mismo: ayer juraban que era una compañía ejemplar, pero en cuanto la compró se convirtió mágicamente en chatarra.
La reacción de Fox ha sido tan errática e inestable, que se diría que no le quedó claro que se trataba de enajenar la cannabis, pero no que se la fumara toda.
Que se me hace que Tomás Zerón (sembrón para los cuates) antes de dar una entrevista en Israel donde se siente el Luismi de los policías, se metió unos jalones de la foxiana sin sema. En ese ejercicio del periodismo ficción, Tomasito, que cometió toda clase de estropicios para apuntalar la guanga verdad histórica de Murillo Karam, le cuenta a sus patrocinadores israelíes que lo tienen muy mimado (reciprocidad por todos los pegasus que les compró) que él es tan chicho que solito apañó a Camelia la Texana, Chucho el Roto, la banda del Carro rojo, las Poquianchis y a la Mataviejitas.
Bueno, Zerón ya se adaptó tanto a su nueva patria que, me dicen, se hace el Brit milá cada 15 días, haga o no haga falta.
Algo comparable con el ministro Juan Luis González Alcántara que, bajo el espíritu de la señora Piña, busca echar para atrás la relación del Ejército con la Guardia Nacional. En resumen, a su parecer, el Ejército solo debería tener labores represivas como con Díaz Ordaz, Salinas, Zedillo, Peña o de narcoguerras como la de Calderón.
Al rato van a amparar al Mochaorejas… ah, perdón en el Tribunal ¡ya loampararon!
El único lúcido en el sector opositors, además de la censora Dresser, es el standupero Kike Krauze que dice que los críticos de AMLO están en peligro. ¡Arriba el humor involuntario!