La idea que hace unos días plasmó Bernardo Gutiérrez Parra en su columna Desde el Café, no suena descabellada. Me refiero a ubicar al presidente del PRI en Veracruz, como una probable figura a competir por ser candidato a la Gubernatura.
De un modo u otro, el jarocho Ramírez Marín tiene dos enormes balcones que le permiten recorrer lo largo y ancho del estado, además de llamar a los reflectores y lo mejor: es un político que tiene la radiografía… no, la radiografía no… la tomografía de la entidad y la lee al derecho y al revés; de frente y de perfil; de arriba para abajo; de adentro hacia afuera y viceversa… ser dirigente del Partido y además diputado le da para eso y más.
Esta idea entonces nos llevaría a voltear a los otros dirigentes de las demás instituciones políticas que tenemos en la entidad…
Increíblemente, pero los aliados del PRI, en este caso el PAN y PRD, sus “liderazgos” son opacos, grises, sin gracia ni fuerza. En un momento dado, las siglas por sí solas representan más que sus dirigentes cuando se debe de generar una especie de binomio, sea como un centauro, o uno tipo K9, donde uno sea un perro en la política… ¡vamos! No veo ni a Federico Salomón o Sergio Cadena compitiendo ni siquiera por unos boletos para ver a Luis Mi…
En el caso de Fuerza por México, Tato Vega ya sabe lo que es una competencia electoral, tanto en la cancha como en la Dirección Técnica. Conoce el Estado, sabe lo que es la comunión con la raza, con el pueblo, con la gente… pero estoy seguro que no se animaría a competir al grado en que ponen a Marlon, por dos razones: primero, porque trabaja en la estructura rosa del partido bajo la idea de incrementar ese 3 por ciento que lo mantiene en Veracruz; segundo, porque de buscar un puesto, sería diputado y asumo que tendría que ser local y pluri, en aras de mantenerse cerca, demasiado cerca de sus bases; y por dicha vía, para tener margen de maniobra en todo el estado durante una campaña… y por supuesto, así, Fuerza por México tendría mayor presencia en el Congreso que la que tiene el vecino incómodo de La Pitaya, Enrique Santos Mendoza.
En el caso del PVEM, simplemente no deja de ser su dirigente, el cuate del junior que está con el otro junior y sin más aspiración que la de seguir jugando a tener un partido.
Morena tiene dirigente de partido porque debe ser un requisito… en este momento, aquí ocurre lo mismo que en el PAN y el PRD. Por sí solo, el partido tiene vida y su dirigente no deja de ser una rémora que lo acompaña. Vamos, si hay o no hay dirigencia, Morena es. Y es tan innecesaria la presencia de Zepeta, que se la lleva de muertito cuando debiera de funcionar como defensor del Movimiento que se despliega en Palacio de Gobierno… un ejemplo es el tema de Sergio Gil Rullán, cuando salió a los medios y con espectaculares por la entidad, retó al Gobernador a un debate… un buen dirigente, un buen político, se levanta y le dice al de Movimiento Ciudadano: “Espera, mi Gobernador no va a bajar de peso para enfrentarte, pero tú y yo, que somos del mismo tonelaje, nos aventamos el round y debatimos… pon fecha, lugar y hora”… pero qué creen… está a miles años luz Esteban de hilar una idea, de mantener un argumento, de que le fosforeen las meninges, y en el peor de los escenarios, este moreno ¡puede ser hasta diputado! ¡Bara bara!
Y ya que tocamos a Sergio Gil Rullán, quizás sea uno de los dirigentes de partido que junto con Marlon, se verían con posibilidades de competir por la gubernatura este 2024.
Sergio Gil es un dirigente activo, crítico, que sabe argumentar y también entiende la tomografía de Veracruz. No echa bala, sino puro tiro de precisión… algo así como un Francotirador Político. A su edad, creo que 35 años, desparrama política y sobre todo, resulta sumamente incómodo para los inquilinos de Palacio de Gobierno. Realmente, aparte de Dante y sin demeritar el trabajo del resto naranja, Sergio Gil es el activo más importante en Veracruz de Movimiento Ciudadano… imagínelo nomás en un debate contra Chío, Cheko o Zenyazen… quién cree de estos tres, se defendería como Gato “Panzarriba”?
Así, a grosso modo, exponemos el papel de cada dirigente de partido en Veracruz sosteniendo que no suena descabellada la idea de Bernardo… Marlon y Sergio… ¿por qué no?