Agencias/Sociedad 3.0
Al menos 6 personas murieron en un incendio que se desató este martes temprano en un hostal de la capital de Nueva Zelanda, Wellington, según las autoridades, que advirtieron que este balance podría aumentar. Los bomberos encontraron seis cadáveres en el interior del edificio calcinado, pero el derrumbe del techo de la última planta les impidió verificar la totalidad del establecimiento de 92 habitaciones, informaron los servicios de emergencia.
Unos 80 bomberos fueron desplegados para apagar las llamas del inmueble, de cuatro plantas, del cual se desprendía una negra humareda. La policía no podrá confirmar el número definitivo de víctimas hasta que se realice un registro «metódico» del edificio, explicó el cuerpo de seguridad.
Seis personas fueron trasladadas al hospital, una de ellas en estado grave, según el servicio de emergencias. Otras 15 fueron atendidas en el lugar del siniestro. Más de 50 de ellas fueron rescatadas, muchas de las cuales habían encontrado refugio en la azotea del edificio.
Los bomberos «evacuaron a varias personas del techo, de una área que estaba directamente encima del fuego», indicó Brendan Nally, subcomandante nacional de Incendios y Emergencias.
«Esas personas hubieran muerto de no ser por la intervención de nuestro equipo», agregó Nally en declaraciones a medios locales.
El edificio no tenía sistema de rociadores contra incendios, señaló Nally. Bruce Stubbs, director regional de Bomberos y Emergencias de Nueva Zelanda, declaró a la prensa que el incendio se consideraba «sospechoso». Uno de los residentes del hostal, quien se identificó solo por su nombre de pila, Chris, dijo a la televisión pública TVNZ que salió gateando de su habitación para huir en medio de un denso humo.
«El humo era negro y espeso, era difícil respirar. Perdí todo, mi habitación quedó destruida», afirmó.
Otro residente, Tala Sili, dijo que decidió saltar por la ventana cuando vio humo entrando por debajo de la puerta de su habitación.
«Estaba en el último piso y no podía pasar por el pasillo porque había demasiado humo, así que salté por la ventana», dijo a Radio New Zealand. «Tuve mucho miedo, pero sabía que tenía que saltar por la ventana o moriría quemado dentro del edificio».
Algunos residentes dijeron que la alarma de incendios del edificio sonaba tan a menudo que dudaron de que se tratara de una emergencia cuando la escucharon durante la noche. Otros indicaron que no habían oído nada. Se cree que unas 90 personas estaban en el edificio cuando se desató el incendio, según los bomberos.
«Es una tragedia absoluta», declaró el primer ministro, Chris Hipkins, quien elogió el «increíble esfuerzo» de los bomberos para extinguir las llamas y evacuar a la gente y prometió una «investigación a fondo» del desastre. «Habrá oportunidad para determinar si este edificio cumplía con todas las reglas que debía», señaló.
La alcaldesa de Wellington, Tory Whanau, advirtió que el balance de muertos podría aumentar. Según ella, el establecimiento albergaba a personas que permanecían por períodos largos y cortos, algunas de ellas de bajos ingresos o que estaban de paso en el país. «Es un día negro para nuestra comunidad de Wellington», declaró.
-Con información de EFE