Víctor Murguía
Para los priistas veracruzanos que aún no lo sabían o se les había olvidado Alito Moreno está por recordarles que en todo el PRI quien manda y decide los cambios es él y nadie más.
Esto lo hará aprovechando el cambio en la dirigencia del Comité Directivo Estatal, al vencerse el periodo por el que fue electo Marlon Ramírez, a quien militantes clave le han exigido que se vaya.
La dirigencia de Marlon termina este domingo y pueden suceder varias cosas, pero todas decididas por quien no ha aguantado los apretones ordenados desde el Palacio Nacional.
Lo de un nuevo presidente del CDE surgido del voto directo de la militancia estaba descartado. Prácticamente ningún comité estatal, bajo el mandato de Alito, ha sido renovado de esa manera.
El sello de la casa es que, de última hora, el exgobenador de Campeche da a conocer su decisión y de ahí solo es control de daños.
¿Quién será el nuevo dirigente? Cirilo Vázquez Parissi, Fernando Kuri, Adolfo Bautista, Carolina Gudiño y otros levantaron la mano. Marlon quiere seguir (puede suceder a pesar de su desgaste, lo que poco le importa) o por lo menos dejar a alguien ligado a su comité.
Tal vez hay quienes piensen que Adolfo es de los que menos tenían oportunidades, pero no es así. Es cercano a Alito, desde que fue dirigente juvenil al igual que el campechano y dicen priistas que “se la deben”, pues buscó ser dirigente cuando Marlon ganó la consulta a la base y el compromiso fue que él seguía.
En fin, está por revelarse al ungido y haber si no hay posteriores problemas legales, pues distinguidos militantes tricolores aseguran que una buena parte de los consejeros políticos estatales ya están en prolongado tiempo extra, es decir, fungen a pesar de que su periodo está vencido.
De todas formas, a final de cuentas se hará lo que Alito disponga y le convenga (aunque en apariencia algún grupo sea beneficiado), que para eso reformó estatutos y su palabra, como José Alfredo, es la ley.