Don José Ortega y Gasset, un clásico

De don José Ortega y Gasset lo más difundido en círculos del café es su frase “soy yo y mis circunstancias”, en su filosofía de la vida el centro lo ocupa la visión individualista, particular de cada uno, respecto del conjunto social, lo llamó perspectivismo. Pero, para no incursionar en presunciones académicas, para lectura de sábado de gloria, aquí insertamos una breve narrativa acerca de la opinión de este gran filosofo español respecto al...
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Otra catástrofe. ¿De veras quieren destruir a México?

Sorprende muchísimo que la presidente Sheimbaum reconozca un error, en la misma tesitura que su mentor y jefe político, ya que ambos no se equivocan y son dueños de la verdad. Por eso se encendieron las alarmas cuando la doctora aceptó que su gobierno compró medicamentos con un sobreprecio de 13 mil millones de pesos. A estos nuevos ladronazos no se les procesó, no se les detuvo. Sólo "se les removió". Los de cuarta creen que estamos acostumbrados, que las cifras pierden importancia y que ellos son inmunes, hagan...

El odio entre quienes disputan las candidaturas

Víctor Murguía

¿Se imaginan de gobernadora a Rocío Nahle, de secretario de Gobierno a Manuel Huerta y coordinando la Legislatura a Sergio Gutiérrez?

La pregunta surge luego del trascendido de lo que, en materia de sucesión presidencial, López Obrador habría propuesto a las “corcholatas” para apaciguarlos vía que a todos los toque algo.

Localmente las combinaciones podrían ser otras: Gutiérrez gobernador, Nahle secretaria de Gobierno y Huerta coordinador de los diputados; o Manuel gobernador, Sergio secretario de Gobierno y Nahle al frente del Congreso, o…póngale otros nombres.

La cuestión es que, dado el encono existentes entre quienes, en Morena, buscan la gubernatura, no puede suponerse haya grandes acuerdos y un reparto de esa forma.

Trascendió que en la reciente reunión de López Obrador con las «corcholatas», los aspirantes validaron varios puntos propuestos por su jefe: Aceptar el resultado de la encuesta, renunciar casi ya, no debatir y que el ganador de la candidatura se comprometa a repartir cargos entre los perdedores:

Las coordinaciones en las cámaras de Senadores y Diputados y un alto puesto en el gobierno.

Pueden traducir los morenistas que lo anterior será la línea para decidir las candidaturas a las gubernaturas que estarán en juego a la par de la presidencia.

Algo como hicieron y dicen que harán en el Estado de México. Primero, ganó la encuesta quien quería AMLO, Delfina Gómez, y los perdedores recibieron la consigna de apoyar: Horacio Duarte en la coordinación de campaña e Higinio Martínez como delegado especial de Morena. Ahora está por verse qué puestos ocuparán.

Sin embargo, un método así está complicado para la sucesión presidencial. Los golpes dados y las ofensas recibidas son muy fuertes. Basta ver cómo se pelean en estos días y violan la ley en aras de mejorar su posicionamiento.

Aceptarán ante su jefe, pero nada garantiza que cumplan. ¿Se imaginan a Sheinbaum dejando en manos de Ebrard la coordinación de la Cámara de Diputados, dándole a Adán Augusto el control del Senado y a Monreal la Secretaría de Gobernación?

Puede ser que a regañadientes de los puestos, pero solo para que tengan la misma fuerza que ahora tiene Monreal en el Senado o la que tuvo Olga Sánchez en la Segob.

Los que no ganen la encuesta saben que una situación así la tienen garantizada.

Y si quieren replicar esos acuerdos en los estados, al menos en Veracruz está asegurada una situación similar. A quien pusieran de secretario de Gobierno, por decir algo, tendría la fuerza de Alfredo Algarín, a quien Gutiérrez Barrios dejó ahí y Dante Delgado, para obligarlo a renunciar, se encargó de enfriarlo al grado de que no podía mandar ni al policía de la esquina del Palacio de Gobierno.

Acá el asunto medio podrá resolverse dándoles una senaduría y repartiendo diputaciones federales y locales, pero hasta ahí. Ninguno aceptaría que, realmente y con poder, algún rival le coordine la campaña o tenga otra injerencia similar.

¿Cómo actuarán los perdedores de la sucesión presidencial? Están tan enojados entre sí que, si por ellos fuera, no se admitirían unos a otros ni como jefes… de limpieza.

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