Agencias/Sociedad 3.0
El gobierno de Estados Unidos ha iniciado la construcción de un innovador «muro acuático» en la frontera con México, específicamente en el tramo que abarca desde el Paso, Texas, hasta Piedras Negras, Coahuila. Esta medida tiene como objetivo principal frenar el flujo migratorio en la zona y fortalecer la seguridad fronteriza. Se instalarán gigantescas boyas flotantes de color naranja sobre el río Bravo para evitar el paso de miles de migrantes que buscan ingresar a territorio estadounidense en busca de mejores oportunidades laborales.
Según la información proporcionada por las autoridades estadounidenses, las imponentes boyas serán ancladas al fondo del río en una extensión de hasta 305 metros en la zona central. Se estima que el proceso de colocación de estos enormes dispositivos tomará aproximadamente dos semanas. Esta medida se suma a la barrera de púas de alambre que ya había sido instalada anteriormente en el mismo tramo de la frontera.
La decisión de construir este «muro acuático» ha sido tomada por Greg Abbott, actual gobernador de Texas, con el objetivo de reforzar la seguridad en la frontera entre Estados Unidos y México. Además de esta medida, Abbott ha anunciado el despliegue de soldados de la Guardia Nacional para mantener el orden y evitar el ingreso de ciudadanos provenientes de otros países.
Cabe destacar que la dinámica de los cruces fronterizos ha experimentado cambios desde mayo, cuando el gobierno de Joe Biden, presidente de Estados Unidos, dejó de implementar el Título 42. Esta política de salud pública, implementada para prevenir la propagación del COVID-19, obligaba a muchos solicitantes de asilo a regresar a México. Sin embargo, las nuevas normas permitieron a las personas solicitar asilo a través de una aplicación gubernamental y programar citas en los puertos de entrada. Aunque se estableció un límite diario de ingreso de mil 450 personas.
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