Agencias/Sociedad 3.0
La huelga convocada por el personal de tierra y algunas compañías aéreas en los aeropuertos de Italia se está desarrollando con tranquilidad, a pesar de las cancelaciones de cientos de vuelos que afectarán a aproximadamente 240,000 personas. La mayoría de los pasajeros fueron previamente notificados para reprogramar sus viajes, lo que permitió una organización anticipada.
Los principales aeropuertos italianos, como Malpensa y Linate en Milán, y Fiumicino en Roma, amanecieron prácticamente vacíos, ya que las compañías aéreas advirtieron con antelación sobre la huelga, que fue convocada en junio. Se logró reubicar a los pasajeros en los primeros vuelos disponibles e incluso se utilizaron aviones de mayor capacidad en algunos casos.
En Fiumicino, se espera que al menos 200 vuelos entre llegadas y salidas nacionales e internacionales sean cancelados durante el día.
Ita Airways, la nueva compañía aérea italiana, informó que ya se habían cancelado 133 vuelos para el día de la huelga. Además, anunció la implementación de un plan extraordinario para reasignar a la mayor cantidad posible de pasajeros en los primeros vuelos disponibles, y se espera que el 40% de ellos pueda volar en el mismo día de la huelga.
La huelga fue convocada por los trabajadores de tierra de los aeropuertos italianos para protestar contra la falta de renovación del contrato laboral.
Además de los vuelos cancelados por Ita Airways, se suman las cancelaciones de algunos vuelos de la compañía EasyJet, que anunció la cancelación de 1,700 vuelos durante los meses de verano, incluyendo 134 en Italia. También se ha agregado la huelga convocada por los pilotos de Malta Air y el personal de la aerolínea española Vueling, afiliados al sindicato italiano Filt CGIL, debido a la falta de voluntad de la empresa para establecer relaciones laborales saludables y constructivas con el sindicato más representativo de los trabajadores.
La asociación de consumidores italiana, Codacons, ha presentado denuncias en todo el país para que se inicien investigaciones sobre las molestias en los aeropuertos debido a la interrupción del servicio público.
El ministro de Transportes italiano, Matteo Salvini, también ha intervenido en relación con la huelga, expresando su apoyo a las justas demandas de los trabajadores, pero destacando que no acepta que algunos sindicatos bloqueen Italia y causen molestias y daños a millones de trabajadores italianos y turistas extranjeros. Salvini manifestó su disposición a intervenir si es necesario, tal como lo hizo en el pasado para evitar el bloqueo total de los trenes.