Ayer, los integrantes de la asociación Ciudadana “Ver por Veracruz” tuvieron oportunidad de escuchar los planteamientos de José Manuel del Rio Virgen alusivos a su condición de precandidato de Movimiento Ciudadano al gobierno de Veracruz. Hace solo 8 días el líder moral de ese partido lo destapó como su virtual abanderado en las elecciones de 2024, y obviamente ha despertado expectativas porque eventualmente se confirmaría que MC no irá en alianza con el Frente opositor integrado por el PAN-PRI y el PRD. El antecedente más inmediato de esa actitud se observó en las recientes elecciones en Coahuila y en el Estado de México, cuando para justificar su abstinencia argumentó que en Coahuila ya todo estaba arreglado para que el PRI obtuviera el triunfo y, a cambio, en el Estado de México el triunfo sería para Morena; obviamente el argumento, a más de forzado insulta la inteligencia ajena, porque no se concibe un intercambio político electoral en el cual se “entrega” por parte del Frente opositor un bastión político electoral de la importancia del Estado de México sin prácticamente nada a cambio. Desde ese enfoque, en MC tendrán que buscar mejor argumento para explicar su renuencia a establecer alianzas con Va por México, pues el cuento de “con el PRI ni a la esquina” tampoco es muy convincente.
Pero a del Río Virgen ya lo subió Dante Delgado al palenque electoral veracruzano y ahora tendrá que demostrar la competitividad necesaria para intentar superar a quienes desde la oposición también aspiran al gobierno estatal: José Yunes Zorrilla, Héctor Yunes Landa y Julen Rementería, una tercia que ya lleva mucho camino andado y, salvo que ahora en Veracruz no suceda como en el Estado de México donde MC adelantó y luego retiró la postulación del senador Juan Zepeda, del Río deberá ir con el acelerador a fondo, de otra manera difícilmente remontará en la competencia hacia el gobierno estatal. Como “candidato disruptivo” se categoriza del Rio Virgen, a la vez de calificar de “candidatos ortodoxos” a sus pares en la oposición; ya tendrá oportunidad de explicar bien a bien esa conceptualización hasta ahora inédita (al menos para quien esto escribe), aunque de esta fecha a cuando llegue el tiempo de las definiciones (noviembre próximo) podría haber giros insospechados.
Pero ¿cuál es el capital político-electoral que tiene Movimiento Ciudadano en Veracruz para participar (competir sería eufemístico) en solitario en 2024? Previamente, en la elección estatal de 2016 Movimiento Ciudadano alcanzó una pírrica votación a su favor, con porcentaje tan reducido que, junto con otros partidos que perdieron su registro, prescindió por algún tiempo de las prerrogativas. En la elección estatal de 2018, MC participó en alianza con el PAN y el PRD, pero el “efecto” López Obrador frustró ese proyecto de gobierno de coalición. En la elección federal de 2021 MC recibió el 7.01% de los votos emitidos, aceptable para un partido de ese tamaño, muy poco cuando aspira a más. En el escenario político electoral veracruzano, este partido no está representado en el Congreso local y en posiciones municipales no pinta, es decir, carece de infraestructura real que le sirva de catapulta para alcanzar un rango verdaderamente competitivo y no solo testimonial en la venidera elección. Pudiéramos estar equivocados, ojala así sea, pero los datos de la realidad son incuestionables. Sin embargo, aun ahora persiste la incógnita: ¿Movimiento Ciudadano efectivamente irá solo o finalmente entrará en alianza, o, como en Coahuila y el Estado de México se abstiene de participar en Veracruz? Esta última hipótesis se antoja remota porque para justificarse como una Tercera Vía el único camino es competir, la cuestión es cómo y junto a quien.