El cierre de la campaña -que no es campaña, según ellos- de Claudia Sheinbaum en Xalapa le provocó más negativos que positivos a la “corcholata” favorita del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La impericia y formas rupestres de los supuestos operadores de Morena y del gobierno de Veracruz lo único que dejaron en claro fue la burda intromisión de la administración de Cuitláhuac García y del morenato en el estado en favor de Sheinbaum, desviando para ello recursos públicos.
La circulación la tarde-noche del pasado viernes de un audio en el que se escucha la voz de Consuelo Thomas, coordinadora de Documentación, Control y Gestión de la Oficina del Gobernador de Veracruz, exhibió de nueva cuenta que los “diferentes” son en realidad idénticos a esos que dicen haber sacado del poder, pero que en los hechos a donde los metieron fue a Morena.
La señora Thomas –ex panista y ex duartista, ejemplo claro de lo que representa la “4t”- es escuchada preparando la operación para el acarreo de personas al mitin proselitista de Claudia Sheinbaum Pardo de este domingo en el Velódromo de Xalapa. Inmueble que es propiedad del gobierno estatal –o sea, de todos los veracruzanos- y que fue puesto al servicio de una aspirante presidencial del partido oficial.
“Ah, bueno. ¿De qué colonia son? ¿Todos son de una misma colonia? Ah, bueno. Ok. Entonces si son 500, los camiones son de 40. Entonces estaremos, este… necesitando… Bueno, hay que sacar la cuenta ¿no? De los camiones. Y este… ¿Pero seguro que sí van llenos? Ah, bueno”, se le oye decir a Thomas en el audio.
Y el acarreo fue descarado y a la vista de todos. Este domingo fue atiborrada de autobuses toda el área de la zona universitaria de la UV, la calle Antonio M. Quirasco y a los alrededores del Velódromo de Xalapa.
Los acarreados fueron traídos de distintos puntos del estado y más allá. Se pudieron contabilizar aproximadamente unos 30 autobuses del DIF de Zacatecas, de la Secretaría de Movilidad de Tabasco e incluso de Oaxaca. Desvíos de recursos que prueban una infame operación de Estado en favor de la candidata que siempre ha sido la “palomeada” por López Obrador, aunque ahora Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal quieran jugar a que los “chamaquearon”.
Y si desde la cabeza se prohíja la ilegalidad, nada diferente se puede esperar del resto del morenato, que ha “normalizado” el uso de bienes públicos con fines electoreros. Como en el caso del Ayuntamiento de Miahuatlán, de donde un grupo de mujeres, empleadas municipales, encabezado por la síndica Nellyda Bárcenas Vitte, se trasladó al mitin de Sheinbaum, por qué no, en una ambulancia del DIF municipal.
El hecho fue documentado por la valiente reportera veracruzana Verónica Huerta Aburto, a quien las empleadas municipales agredieron a golpes y le intentaron robar su teléfono celular, donde guardó las imágenes que más tarde dio a conocer, junto con la denuncia pública del ataque.
Miahuatlán es un municipio gobernado por Héctor Óscar Suárez Sánchez, quien llegó al cargo abanderado por Fuerza por México, un partiducho satélite de Morena al que le dieron vida artificial en Veracruz. Una mujer, de nombre Verónica Suárez, le llamó a la periodista desde un teléfono cuyo avatar de WhatsApp es una fotografía del alcalde y le ofreció “pagarle el día” con tal de que no denunciara la agresión, para después intimidarla ante su negativa.
Es claro que el morenato no tendrá escrúpulo alguno para violar la ley durante las campañas y las próximas elecciones. La elección de Estado que se avecina será brutal y, más preocupante aún, cargada de enorme violencia.
Por cierto, habría que investigar si de verdad ni tortas les dieron a los “movilizados” al mitin de Sheinbaum, porque según esto, por la hora, ya debían ir “desayunados”, tal como lo consideró, con la sensibilidad de una piedra, la señora Thomas.
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