La reciente crisis de escasez de agua en el estado de Veracruz desencadenó un extraordinario ejercicio colaborativo. Diversos actores, desde ciudadanos hasta empresas, organizaciones sin fines de lucro y gobiernos a nivel local, estatal y federal, unieron esfuerzos con un objetivo claro: encontrar una solución efectiva y sostenible para este apremiante problema. Esta colaboración conjunta aprovechó una amplia gama de conocimientos e ideas, respaldada por tecnología avanzada. Internet de las cosas para el monitoreo y optimización del uso del agua, detectar fugas y mejorar la distribución. Blockchain permitió establecer un sistema eficiente de gestión del recurso. Ciencia de datos reveló patrones de consumo y comportamientos perjudiciales, mientras que la tecnología de recolección de agua de lluvia agregó un enfoque sostenible. El resultado es una solución efectiva y sostenible que permitirá mitigar en un 60% el problema de la escasez de agua.
Esta solución hipotética ante un problema real, no es una visión utópica. La implementación del enfoque denominado “Innovación Social Abierta (ISA)” ha demostrado su viabilidad en diversos contextos. Un ejemplo interesante proviene de Alemania, donde el movimiento #WirVsVirus (#NosotrosContraVirus) reunió a más de 42.000 participantes para idear soluciones ante la pandemia de COVID-19. Este caso ilustra cómo la ISA puede ser una fuerza poderosa para generar respuestas creativas y efectivas ante desafíos inesperados.
En México, ISA tiene el potencial de generar cambios significativos en diversos contextos y sectores. En el ámbito educativo, podría manifestarse a través de plataformas de aprendizaje en línea que permitan a los estudiantes acceder a recursos educativos de forma remota. En lo que respecta a la salud, la telemedicina y las aplicaciones de salud digital pueden brindar una atención más accesible y eficiente. En términos de desarrollo económico, podría impulsar programas de capacitación y mentoría para emprendedores sociales, así como la creación de fondos de inversión con un enfoque con impacto positivo. Para abordar las preocupaciones ambientales, sería posible implementar incentivos para las empresas que adopten prácticas sostenibles, y se podrían establecer plataformas de ciencia ciudadana para monitorear el entorno. Por último, en el área de gobierno y políticas públicas, se podría aprovechar el uso de plataformas digitales para la toma de decisiones colectivas y para implementar políticas de gobierno abierto.
El proceso de ISA sigue un camino claro y efectivo. Comienza con la identificación de problemas sociales que requieren soluciones innovadoras específicas. A partir de ahí, la colaboración y el intercambio de conocimientos entre diversos actores generan una serie de ideas creativas. Estas ideas se moldean en prototipos que se prueban y mejoran con retroalimentación. Una vez que se ha validado una solución prometedora, se pone en marcha y se mide su impacto. Si la solución demuestra ser efectiva, se busca su escalabilidad para beneficiar a un mayor número de personas.
Los dividendos de utilizar este enfoque son abundantes y profundos. En el ámbito social impulsa una mayor participación ciudadana, permite a las personas contribuir a la toma de decisiones y a la creación de soluciones concretas, efectivas y sostenibles. Aborda necesidades y preocupaciones reales, aprovecha diferentes perspectivas y conocimientos para generar respuestas innovadoras a los problemas sociales, para mejorar la calidad de vida de las personas. Su aplicación permite intervenir en áreas cruciales como educación, salud, empleo, medio ambiente e igualdad social.
Para los gobiernos podría mejorar la eficiencia y efectividad de las políticas y programas sociales, asignación de recursos más precisa y una mayor adaptabilidad a las cambiantes necesidades de la sociedad. Además, fortalece la relación entre los ciudadanos y el gobierno al construir legitimidad y confianza mutua.
A nivel cultural, la promoción de una mentalidad colaborativa y la participación activa fomenta un cambio cultural significativo. Al Valorar y reconocer la importancia de la diversidad de ideas, perspectivas y la necesidad de trabajar juntos para lograr un cambio social positivo, empodera a la sociedad civil y sienta las bases para un futuro más prometedor.
La Innovación Social Abierta es mucho más que un concepto teórico. Es una estrategia concreta y efectiva para abordar desafíos sociales complejos. Su enfoque pragmático y adaptable redefine la innovación social y allana el camino para cambios transformadores en la sociedad actual y en el futuro.
Ideario en perspectiva.
La publicación anticipada de la convocatoria para elegir al próximo Rector o Rectora de la UNAM, junto con el mensaje final del Dr. Enrique Graue como Rector ante el consejo universitario, refuerza la idea de existen intereses injerencistas para influir en los asuntos universitarios. El Dr. Graue recomendó a esa comunidad actuar de acuerdo con la normatividad y rechazar intereses externos. ¿Esa encomienda se aplica solo a la UNAM o deberá considerarse en la elección de Rectores o Rectoras de las universidades públicas del país? ¿Cómo garantizar la autonomía y preservación de las universidades públicas como espacios de conocimiento, diversidad ideológica y libertad frente a posibles presiones externas? ¿Cuáles son los desafíos y oportunidades que enfrentan las universidades públicas en su papel como referentes en la sociedad y política mexicana? Estas preguntas nos invitan a analizar las implicaciones de las decisiones tomadas por los Rectores y Rectoras, y a reflexionar sobre las medidas necesarias para proteger la independencia y el prestigio de todas las universidades públicas del país en un entorno cambiante y desafiante.