Agencias/Sociedad 3.0
La Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos ha incluido a Iván Archivaldo “N”, alias ‘El Chapito’, hijo de Joaquín Guzmán Loera y líder de una célula de un cártel, en su lista de los más buscados, ofreciendo una recompensa de hasta 10 millones de dólares por información que conduzca a su captura.
En conjunto con “El Chapito”, siete operadores más de la misma organización también son buscados por la DEA. Uno de ellos es Oscar Noé “N”, conocido como ‘Panu’, líder de un grupo y guardaespaldas personal de Iván Archivaldo. Fuentes de inteligencia militar en México lo señalan por su participación en el operativo para liberar a Ovidio “N” en Culiacán, Sinaloa, en octubre de 2019. Además, enfrenta cargos por conspirar para traficar fentanilo, lavado de dinero, delincuencia organizada y posesión de armas de fuego. Se ofrece una recompensa de hasta cuatro millones de dólares por su localización.
Kun Jiang, de origen chino, también es buscado por la DEA debido a sus vínculos con el tráfico de fentanilo y lavado de dinero. Está identificado como uno de los principales proveedores de precursores químicos para la producción de fentanilo por el cártel mexicano. La recompensa por información sobre su desfile es de un millón de dólares, al igual que por los otros cinco operadores de la célula liderada por Iván Archivaldo.
Carlos Omar “N”, detenido en Colombia con un proceso de extradición pendiente, es acusado de manejar laboratorios químicos de drogas clandestinas para el cártel mexicano. Enfrenta cargos por tráfico de drogas, posesión de armas de fuego y lavado de dinero.
Silvano Francisco, también detenido en Colombia, combate su proceso de extradición y es acusado de tráfico de drogas, posesión de armas de fuego y lavado de dinero. Se le señala como operador de los laboratorios clandestinos del cártel.
Liborio “N”, conocido como ‘El Karateca’, y Luis Javier “N”, ‘El Fourteen’, se enfrentan a la confrontación por exportar fentanilo a Estados Unidos.
Alan Gabriel “N”, otro de los buscados por la DEA, es acusado de tráfico de drogas, posesión de armas y lavado de dinero. Su papel en el tráfico de fentanilo ha sido señalado, llegando al punto de que la misma DEA realizó compras de fentanilo a través de agentes encubiertos al propio Alan Gabriel “N”.