El presidente López Obrador utilizó su programa mañanero para destapar a quienes calificó como “corcholatas”, ese escenario ha servido también para dar a conocer quiénes de su equipo no serán “corcholatas” en busca de los gobiernos estatales, ni Zoe Robledo, Director del IMSS, ni Octavio Romero Oropeza, de Pemex, serán postulados por Morena al gobierno de sus respectivas entidades, Chiapas y Tabasco, esa es la forma en que López Obrador lee su librito relativo a los “destapes”, cuestión de estilo, dicen algunos. Pero en esa tesitura en otras entidades también habrá relevo de gobernadores y hay en el equipo del gobierno federal quienes pretenden la candidatura de Morena, Rocío Nahle quiere por Veracruz. Según el reportaje del columnista Mario Maldonado, de El Universal, la eliminación de Zoe Robledo como candidato encuentra su raíz en asuntos relativos a contratos multimillonarios conferidos a empresas de favorecidas al margen de la licitación correspondiente, causa de la molestia presidencial. En cuanto al Director de Pemex, para nadie es un secreto que nada funciona bien allí, además del visible incumplimiento de las metas trazadas por el actual gobierno. Si seguimos el hilo de esa lógica, entonces debiéramos inferir que la Secretaria de Energía y Minas, encargada de la construcción de la refinería en Dos Bocas también tiene cuentas por aclarar, y no solo por el exagerado diferimiento de los costos de construcción, sino por el enorme caudal de contratos otorgados de manera directa. Por esta razón, debe presumirse que doña Rocío se encomienda a la protección del Santo Niño de Atoche para que el presidente no le vaya a tocar la campana un día de estos. Por ahora, sigue estando a la cabeza de la probabilidad de convertirse en candidata de Morena para Veracruz.
Ya se acerca la fecha legalmente formalizada para dar inicio al proceso electoral 2023-2024, por el cual se elegirán un presidente de la república, 9 gobernadores, 128 senadores, 500 diputados, 31 legislaturas locales y más de 2 mil 500 ayuntamientos, será una gran contienda democrática. En nuestra entidad habrá relevos de mandos gubernamentales y legislativos, esto motiva una visible movilidad entre los personajes que aspiran a competir en esa pugna electoral. Así se observa en Rocío Nahle, Sergio Gutiérrez, Manuel Huerta y, aunque no lo manifiestan abiertamente, tienen esa inquietud algunos miembros del equipo del gobierno local. Pero, obviamente, por el lado del Frente Amplio por México bulle un ánimo de renovada esperanza por alcanzar rangos competitivos en esa querella, porque perciben en la sociedad el caldo de cultivo propicio a sus propósitos. En nuestra entidad, ese Frente opositor cuenta con personajes de sólido prestigio e indudable convocatoria en el seno de la sociedad veracruzana. Uno de ellos es el diputado José Yunes Zorrilla, un experimentado protagonista con nueve procesos electorales de amplísima gama: alcalde, diputaciones, senadurías y gobierno estatal, ese enorme caudal de participación en lides democráticas forman un expediente invaluable, que incluye un conocimiento profundo de la problemática social, política y económica de nuestro contexto estatal. El discurso de Pepe Yunes Zorrilla revela a detalle su conocimiento de la geografía física, política y humana de Veracruz, y en correspondencia en toda la entidad su nombre permea en la imagen de un prospecto con potencialidades para convertirse en el candidato idóneo para competir con ventaja. “Marquen agenda, marquen ritmo, marquen destino y su servidor estará siguiéndolos, con la mayor devoción y el mayor de los compromisos”, acostumbra señalar Pepe Yunes a líderes sociales que lo invitan a competir por la candidatura del Frente Opositor al gobierno veracruzano. Y justamente es lo que requiere esa oposición que, de ser calificada como “moralmente derrotada”, ahora muestra signos de una vitalidad inusitada, en busca de un líder que los unifique en su propósito, los acompañe y guie a buen puerto en la justa electoral venidera.