La suerte política de Omar García Harfuch está en vilo ante la catarata de críticas por su papel en la investigación del Caso Ayotzinapa. Pero su problema no se circunscribe a esa polémica y no está en el pasado sino en el futuro. García Harfuch es pivote en la coyuntura más difícil de la larga relación entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum, que en los últimos días se ha tensionado -quizás como nunca, por las consecuencias- y llevado al padre y a la hija a un momento de definiciones. Lo bajan o no lo bajan de la contienda, es el dilema shakespeariano que se vive en el nido hoy en día.
Los símbolos y las interpretaciones se encuentran en el fondo de la tensión y la decisión. López Obrador le entregó el bastón de mando a Sheinbaum para que asumiera el control del movimiento que lo llevó al poder, que incluía cederle la independencia y autonomía para que, incluso, fuera ella la que palomeara las candidaturas a puestos de elección para 2024. Sheinbaum tradujo a López Obrador, pero la forma como lo descifró no parece haber sido del agrado del presidente.
a suerte política de Omar García Harfuch está en vilo ante la catarata de críticas por su papel en la investigación del Caso Ayotzinapa. Pero su problema no se circunscribe a esa polémica y no está en el pasado sino en el futuro. García Harfuch es pivote en la coyuntura más difícil de la larga relación entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum, que en los últimos días se ha tensionado -quizás como nunca, por las consecuencias- y llevado al padre y a la hija a un momento de definiciones. Lo bajan o no lo bajan de la contienda, es el dilema shakespeariano que se vive en el nido hoy en día.
Los símbolos y las interpretaciones se encuentran en el fondo de la tensión y la decisión. López Obrador le entregó el bastón de mando a Sheinbaum para que asumiera el control del movimiento que lo llevó al poder, que incluía cederle la independencia y autonomía para que, incluso, fuera ella la que palomeara las candidaturas a puestos de elección para 2024. Sheinbaum tradujo a López Obrador, pero la forma como lo descifró no parece haber sido del agrado del presidente.