martes, noviembre 5, 2024

El proyecto transístmico: su potencial y sus contradicciones

Desde agosto de 2020, el Programa Istmo forma parte del Sistema Nacional de Planeación y de la estrategia nacional de desarrollo. Es un proyecto que tiene más de un siglo de haberse considerado y que incluso se pensó que podría desplazar al Canal de Panamá como medio estratégico para trasladar productos entre el océano Atlántico y el Pacífico, para llevar mercancías al mercado más rentable del mundo que es el oeste de los Estados Unidos.

El proyecto transístmico Coatzacoalcos-Salina Cruz, busca establecer una conexión logística entre el Golfo de México y el Océano Pacífico en México y aun cuando promete beneficios económicos y comerciales significativos, no está clara la rentabilidad del mismo; de hecho  ha sido un proyecto que se ha ido armando sobre la marcha, con graves efectos negativos para la población de pueblos originarios, tanto de Veracruz como de Oaxaca, sin que exista un proyecto de inclusión para garantizar su desarrollo.Se ha promocionado que habrá de traer beneficios directos e inmediatos a 79 municipios de esta región: 33 de Veracruz y 46 de Oaxaca, lo cual es totalmente falso, es más una estrategia publicitaría de Gobierno Federal que un potencial real, mucho menos si al momento no se ha invertido en infraestructura estratégica en los municipios de impacto, como tampoco en la preservación de los ecosistemas que están siendo alterados. Para quienes conocemos la región, sabemos que acaso podría tener un efecto directo en 12 municipios: Coatzacoalcos, Texistepec, Jáltipan, San Juan Evangelista, Sayula de Alemán, y acaso Uxpanapa del lado de Veracruz; y del lado de Oaxaca sería a Matías Romero, Ixtaltepec, Ciudad Ixtepec, Santa María Mixtequilla, San Blas Atempa y Salina Cruz. En su caso, salvo Sayula de Alemán y Uxpanapa, en el resto de los municipios se ha considerado construir parques industriales; dos de ellos en Coatzacoalcos, en el resto sería uno por municipio.El punto es que al momento a la población de estos municipios se les ha contratado como peones y albañiles, lo cual significa un derrama de dinero momentánea, solamente eso, pues convertirlos en polos de desarrollo implicaría una estrategia de inversión en educación, salud, infraestructura y seguridad alimentaria; incluso no se han impulsado estrategias de desarrollo industrial para enlazar con las presuntas inversiones que llegarán del extranjero, lo cual advierte que no habrá efectos de derrama industrial y mucho menos efectos lateralmente inducidos  para otros sectores de la economía. Lo que si se advierte con claridad es que hay una grave afectación al medio ambiente  y costos ecológicos que se quedan para los habitantes de esta región, sin que se presente una alternativa clara para superar sus condiciones de alta marginación.Como es bien sabido, para que llegue inversión al Istmo, de tal forma que pueda potenciar el verdadero desarrollo de la región, se requiere contar con mercados de mano de obra especializada e infraestructura de avanzada que desarrolle externalidades positivas para las empresas que llegarían a instalarse, lo cual no se ha llevado a cabo por parte de los gobiernos de Veracruz y de Oaxaca; de hecho, la mano de obra especializada que actualmente se está contratando ha llegado de otras entidades del país y del extranjero. De tal forma que todo apunta a que la eventual instalación de parques industriales solo beneficiará a la inversión extranjera y la derrama económica en la zona será mínima, pues incluso la industria con la que cuenta Veracruz y Oaxaca, en un 92% es micro empresa, lo cual limita su incorporación a un esquema de polo de desarrollo y efectos de arrastre industrial.Para estos momentos se esperaría que el Gobierno de Veracruz hubiera diseñado toda una estrategia de inversión en la región para verdaderamente capitalizar esta obra magna; sin embargo, más allá de reuniones con presidentes municipales y cientos de discursos de que el proyecto del Istmo es una bendición, no se ha implementado un programa específico para capitalizar el proyecto transístmico, lo cual apunta a que solo veremos pasar flujos de capital extranjero sin que exista una derrama económica regional. De hecho es muy grave la incapacidad que muestra el Gobierno del Estado para efectivamente capitalizar esta obra magna.Es evidente que, pensar que este Proyecto Transístmico pueda reemplazar en el corto o mediano plazo al canal de Panamá, es más una ilusión o un deseo que acaso una posibilidad real, ya que la logística de trasiego de grandes contenedores de mercancías requiere infraestructura especializada con la que no se cuenta, tampoco contamos con mano de obra experta, e inversiones colaterales que no llegarán si los gobiernos estatales no realizan su parte e impulsan proyectos estratégicos complementarios que no solo tienen que ver con infraestructura y vías de comunicación, sino también con educación y capacitación para generar mercados de mano de obra especializada, así como apoyo crediticio a las pequeñas empresas para que se generen clúster industriales con capital local.De hecho, en esta administración estatal se ha agudizado la falta de competitividad que muestra el estado para potenciar su desarrollo, han sido 5 años perdidos en cuestiones de desarrollo, crecimiento económico, bienestar y progreso. Y estoy dispuesto a debatir con quien sea necesario para demostrar lo que aquí afirmo y he documentado en mis investigaciones académicas.Pero por si fuera poco, ahora el presupuesto federal, del cual se podría tratar de rescatar algún recurso, pues viene a la baja en cuestiones estratégicas para el desarrollo, tal es el caso que en la Ley de Egresos  del Gobierno Federal se prevé un decremento de 55.8%, en salud; cuando uno pensaría que sería todo lo contrario, pues al momento el servicio de salud en  nuestro país está muy lejos de parecerse al de Dinamarca; de hecho en el reciente informe del CONEVAL se dio a conocer que en 2018 el 16.2% de los mexicanos no tenían acceso a los servicios de salud y ahora más del doble no lo tienen, pues de acuerdo con este informe el 39.1%, es decir más de 49 millones de los mexicanos no tienen acceso a dichos servicios. Para el caso de Veracruz el 31% de la población tiene Carencia en Servicios de Salud; en otras palabras, se está hablando de que prácticamente 2 millones y medio de veracruzanos no tienen acceso a estos servicios básicos.Y si en todo caso estuviéramos considerando una inversión extraordinaria en materia de desarrollo urbano y territorial para potenciar el proyecto transístmico,  pues la mala noticia es que este rubro no es del interés del Gobierno Federal, a tal grado que en el mismo proyecto de presupuesto para el 2024 se está reduciendo el 19.5 por ciento a la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano (SEDATU), algo aproximado a 12,880 millones de pesos; y si acaso se piensa que habrá recursos para resarcir las afectaciones al medio ambiente por el proyecto en mención, pues tampoco, ya que se está reduciendo el 11.4% al presupuesto de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, la SEMARNAT. Así de grave el escenario para nuestro estado y el país. 

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