Ni por asomo se pretende en este espacio emular la voluminosa obra de Justo Sierra conocida con ese título, que ahora solo tomamos en préstamo para poner acento en los cambios cuya valoración no medimos en su exacta dimensión porque estamos inmersos en esas circunstancias, y en este caso la vorágine de los acontecimientos nos impide advertir a detalle cuanto está sucediendo. No hace mucho tiempo nadie en México se hubiera imaginado al presidente de la república, otrora un semidiós, siendo objeto de fuertes pócimas de de envenenados dardos al atribuirle ilimitada capacidad para mentir e incluso actuar al margen del marco normativo que regula nuestra convivencia política y social. Tampoco, en tiempos del patriarcado político, nos hubiéramos imaginado la beligerancia feminista que actualmente advertimos, principalmente en la política, lo cual nos ha colocado en la inminente posibilidad de ver en el cargo de presidente de la república a una mujer, sin que haya en el seno social una pizca de extrañeza. Mucho menos, hubiéramos supuesto un México fuertemente polarizado en bandos con profundas diferencias, acompañadas por la inusitada actitud de un presidente plenamente inclinado hacia una de las partes, en subrayado demérito del principio que lo obliga, como hombre de Estado, a gobernar para todos, sin distingos de ninguna naturaleza. Son los síntomas de un cambio innegable, sin duda, que para bien del país debiera estar acompañado de la abierta participación ciudadana para evitar que una mayoría pírrica decida por todos gracias a la abstención de los más.
De cambios hablamos, porque cada bando político en pugna está abanderado por una mujer a la cual siguen y respaldan hombres que alguna vez fueron protagonistas en nuestro ámbito político. Xóchitl Gálvez, por el lado opositor, Claudia Sheinbaum por el partido en el gobierno ¿quién de ellas será la próxima presidenta de México? Lo ignoramos y no es fácil el pronóstico porque para obtener el triunfo mediarán circunstancias del día a día, lo de hoy puede no ser mañana. Tal circunstancia ocasiona una gran movilidad entre quienes participan en esa interesante puja. Lo podemos comprobar ahora que la Agencia Internacional de Energía, una institución bastante acreditada, aseguró que la refinería de Dos Bocas va a operar al 100% de su capacidad hasta 2025, lo que va en sentido contrario al discurso oficial que lo señala diciembre de este año. Esta información obligó a la inmediata respuesta de la Secretaria de Energía y Minas, Rocío Nahle, quien en repetidas entrevistas reitera que esa refinería ya produce gasolina y para fines del año en curso estará en plena producción. No es para menos, ella está a cargo de ese compromiso y como aspira a la candidatura de Morena al gobierno de Veracruz le interesa ratificarle a su jefe, el dedo mágico, que efectivamente en diciembre Dos Bocas empezará a desquitar el enorme costo de su construcción. Tiempos claves para doña Rocío, por cierto, porque ella encabeza la lista de prospectos y Dos Bocas puede ser ancla o catapulta, depende de lo que ocurra en Tabasco.