En Xalapa, el jueves amaneció tapizado de pintas contra Rocío Nahle.
Se insiste: Quien se mete a la política, se aguanta.
Si Rocío Nahle esperaba una pelea limpia, honesta y de altura, sencillamente está pecando de inocente porque nadie le va a festejar su política de “respeto” a la que invocó hace unos días.
Hasta aquí, pudiéramos decir que las mantas y pintas en contra de Rocío Nahle están dentro de la normalidad por una sencilla razón: Porque es la rival a vencer.
Si bien Sergio Gutiérrez Luna es el único que se le ha ido directo a la yugular exponiendo la vecindad de Nahle en Veracruz, lo cual bien podría agradecer la secre de Energía, porque al menos los ataques son de frente y directos; los otros dos contendientes, Manuel Huerta y Bola 8 aparentemente son “discretos” en sus ataques… pero no.
Por ejemplo, las huestes de Manuel Huerta Ladrón de Guevara han promocionado sondeos en redes sociales donde por supuesto, el más popular, el que quiere el Pueblo bueno y sabio para ser el candidato que mantenga la Transformación en Veracruz, es él!
Por su parte, las huestes de Bola 8 circulan en grupos “afines” de whatsapp, una imagen donde “invitan” a poner el nombre de pila a la leyenda “Yo soy fulano y estoy con Eric Cisneros” y subirlo a las redes o mínimo, en su “estado”…
Lo que no está dentro de la “normalidad” es el despliegue de recursos materiales y humanos para que en una noche, Xalapa amaneciera tapizado de tal forma, lo que obliga a formularse varias preguntas, como por ejemplo:
¿Cuántas personas se requirió para este ataque masivo a la candidata interna de Morena aparentemente a vencer? ¿Cuántas horas de la madrugada se invirtieron para que tuviéramos en Xalapa esta mañana de jueves, tales pintas y mantas? ¿Quién puso la pintura y mano de obra?
La última pregunta es la más fácil de responder: ¿Quién le invirtió? Algún admirador de los rivales de Nahle… Algo así como Elías Miguel Moreno Brizuela quien le metió de su bolsillo para promocionar a Sheinbaum en Nueva York, aunque aquí, en sentido contrario. Con eso de que los espectaculares y murales son “donados” por los veracruzanos altruistas devotos de las “corcholatas” locales…
Aunque también hay otra pregunta:
¿Cualquier hijo de vecino puede llegar como ladrón en la noche y hacer pintas y colgar mantas sin que nadie se dé cuenta?
¡Por supuesto!
¡Por eso hay “narcomantas”, embolsados y desmembrados en las calles de Veracruz como si fueran hongos silvestres!
Digo, a estas alturas, es seguro que Seguridad Pública del Estado o la secretaría de Gobierno (por tener índole política) tengan un pormenorizado informe que ya leyó Cuitláhuac García de quiénes fueron las personas y por instrucciones de quién, que se dio un ataque tan contundente a la candidata más fuerte por alguno de sus rivales…
Por supuesto, no será el primer informe que recibe Cuitláhuac sobre las pintas en las paredes, esta vez, madreando a Nahle; la anterior ocasión, favoreciendo a uno de los contendientes de negros antecedentes…
El asunto es simple: Hará algo esta ocasión Cuitláhuac, o nuevamente hará lo que ha hecho durante esos cinco años de gobierno: ¡nada!
Como sea, en lo particular, si yo fuera Nahle, ya le hubiera pedido cuentas a Cuitláhuac porque de un modo u otro, si hay un responsable de esas mantas y pintas, es él, por su falta de carácter.