Agencias/Sociedad 3.0
La catedral de Notre Dame tiene como objetivo impresionar al mundo con la presentación de su emblemática aguja, ahora completamente reconstruida, durante los Juegos Olímpicos de París en 2024. A pesar de que la apertura oficial de la catedral después del devastador incendio de 2019 está programada para el 8 de diciembre de ese año, las autoridades están decididas a que la aguja esté visible ante el cielo de París durante los Juegos Olímpicos.
Philippe Jost, el nuevo encargado del organismo público encargado de la reconstrucción de Notre Dame, anunció esta ambiciosa meta. París será la sede de los Juegos Olímpicos en 2024, que se llevarán a cabo desde el 26 de julio hasta el 11 de agosto. Aunque la catedral no estará abierta al público hasta diciembre, se considera crucial que la aguja esté lista para la histórica celebración olímpica.
La reconstrucción de Notre Dame, que comenzó después del dramático incendio en abril de 2019 que destruyó la techumbre y la aguja, ha avanzado significativamente. La aguja, uno de los símbolos más icónicos de la catedral, será idéntica a la anterior, con elementos de madera construidos con roble verde, proveniente de árboles talados en el invierno de 2021-22.
François Auger, responsable de los trabajos de madera, aseguró que la madera requerirá alrededor de diez años para secarse, pero se han realizado análisis técnicos para garantizar la estabilidad de la aguja una vez reconstruida.
Además de la reconstrucción de la aguja, Notre Dame contará con avanzados sistemas contra incendios, incluyendo un sistema de vaporización en la zona de la carpintería de la techumbre, secciones estancas en la techumbre para evitar la propagación de incendios y un puesto de control de seguridad en el presbiterio.
Estas medidas buscan evitar que se repita la catástrofe del 15 de abril de 2019, cuando el incendio devastó gran parte de la catedral. Aunque la reconstrucción de Notre Dame aún continúa en diversas áreas del interior, se ha avanzado significativamente en la limpieza y restauración del edificio.
Con información de López-Dóriga