Víctor Murguía
Cumplida la meta en la 4T de sacar adelante la candidatura de Claudia Sheinbaum ahora sigue lo de las gubernaturas y acá todo apunta a lo mismo que desde hace tiempo: el destape a favor de Rocío Nahle.
En Veracruz sucede igual a lo acontecido en la carrera presidencial. La carta favorita fue mostrada, la arroparon y hubo labor para hacerla crecer.
Así las cosas, en su momento, con encuesta u otro método, harán candidata a la aún Secretaria de Energía.
Y veremos si en estas tierras tropicales surge un Marcelo Ebrard, inconforme por la forma en que haya candidata.
¿Cómo reaccionarán, llegado el tiempo del destape de la corcholata local, el diputado Sergio Gutiérrez, quien ha logrado un buen acercamiento con diversos grupos de la sociedad veracruzana, o Manuel Huerta, el delegado de Bienestar que ha sabido aprovechar lo positivo de los programas sociales?
¿Y qué será del rebelde secretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros, con todo y su control sobre la gran mayoría de diputados y alcaldes?
¿Alguno se animará a dar un paso al costado de la 4T? ¿Cómo serán compensados? ¿Todos serán compensados o uno será desterrado?
La cuestión es que, por ahora, una vez confirmado lo que solo unos pocos no querían ver, es decir, que la exjefa de Gobierno de la CDMX sería la candidata a la presidencia, se pasa de las patadas e intrigas para conseguir la candidatura, a los codazos, zalamerías, tretas y financiamiento para intentar estar cerca de quien recibió el “bastón de mando”.
Y ese bastón de mando, que dicen sí es efectivo, no solo un pedazo de madera simbólico, le servirá a Sheinbaum para señalar a los elegidos a las siete candidaturas a gobernador que están en veremos, a las diputaciones federales y alguno que otro para legislador local y edil.
¿Se comerán todo ese enorme pastel la candidata y sus cercanos?, no. Repartirán rebanadas.
Por lo pronto ya envió dos mensajes importantes.
Uno, que estará en el partido coordinándole su campaña Adán Augusto López, con quien tuvo roces muy fuertes, pero todo sea por una imagen de unidad. Por cierto, veracruzanos que se la jugaron con el exsecretario de Gobernación, como Moreno Brizuela, ya se les vio junto a Sheinbaum; algo les tocará.
Dos, la inminente candidatura a la CDMX de García Harfuch, desplazando a Monreal, quien volvería a recibir un trato indigno, pero tal vez merecido por su “negociación” con la que se evidenció al cambiar su postura crítica y dejar pasar en el Senado iniciativas de ley que sabía no debían pasar.
Y volviendo al llamado bastón de mando, si es realmente suyo lo utilizará para señalar a su amiga y estratega en Veracruz, Rocío Nahle. Si solo se lo prestan a ratos, el otro que lo utilizará también señalará a la Secretaria de Energía.
Por lo pronto, preparémonos a ver el espectáculo de todos lo que intentarán acercarse a la candidata de Morena, que es la que parte arriba en las encuestas y contará con toda la fuerza del Estado para hacerla ganar.
Los codazos, adulaciones, confabulaciones, juramentos y ofrecimientos estarán a la orden del día.